Los condes de Wessex son los últimos que han realizado una gira por el extranjero con motivo del Jubileo de Platino de Isabel II, que conmemora sus 70 años en el trono. El príncipe Eduardo y su esposa, Sofía, acaban de regresar de un viaje por el Caribe que les ha llevado a visitar Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbuda durante una semana. Un tour inolvidable, pero en el que también han tenido que hacer frente a ciertos problemas y protestas, muy parecidos a los atravesaron un mes antes los duques de Cambridge en su desplazamiento por Belice, Jamaica y Las Bahamas. En concreto, han visto como algunos manifestantes pidieron que el Reino Unido se disculpara por su pasado colonialista y exigieron reparaciones.
Durante este viaje caribeño, los condes de Wessex se reunieron en San Vicente y las Granadinas con los atletas de los Juegos de la Commonwealth, que tendrán lugar en Birmingham este verano, hablaron con los afectados de la erupción del volcán La Soufriere y se encontraron con los ganadores del Premio Duque de Edimburgo. En Antigua y Barbuda conocieron a importantes jugadores de criquet y equipos nacionales de remo y tuvieron una reunión con artesanos locales y organizaciones sin ánimo de lucro. Por último, en Santa Lucía visitaron Sulphur Springs y el monumento nacional de la isla de las Palomas, donde el príncipe Eduardo realizó una investidura en nombre de la Reina. Por último, asistieron a un servicio para conmemorar los 70 años de reinado de la soberana.
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Un viaje inolvidable, que a pesar de tener una cálida bienvenida también tuvo manifestaciones de protesta antes de una visita a una plantación de cacao. “Queremos reparaciones ahora. La Reina de Inglaterra tiene que disculparse por la esclavitud”, dijo uno de los manifestantes, según recoge la prensa inglesa.
Este malestar entre la población local se parece mucho al que recibieron el príncipe Guillermo y Kate Middleton en su viaje oficial por otros países del Caribe el pasado marzo, antes de que tuviera lugar el servicio de acción de gracias por la vida del duque de Edimburgo. El 20 de marzo, los duques de Cambridge tenían previsto conocer una granja sostenible de cacao en Indian Creek, pero no pudo ser ya que un grupo se manifestó en contra de la visita que calificaron de “colonialismo” y de “bofetada en la cara”. “No queremos que aterricen en nuestra tierra”, dijeron. Más tarde, ya en Jamaica, el nieto de Isabel II pronunció un discurso donde criticó duramente la esclavitud. “Concuerdo absolutamente con mi padre, el príncipe de Gales, que en Barbados [con motivo de su transformación en república] el año pasado dijo que la esclavitud es una mancha en nuestra historia. Quiero expresar mi más profunda tristeza. La esclavitud fue una atrocidad y jamás debería haber ocurrido”, dijo. El futuro Rey de Inglaterra que añadió: “Las relaciones evolucionan. La amistad perdura”.
Tras estas giras, que diversos miembros de los Windsor han llevado por el extranjero, solo queda que en mayo el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles visiten Canadá como paso previo a las grandes celebraciones que tendrán lugar entre el 2 y el 5 de junio en Reino Unido y en toda la Commonwealth para homenajear las siete décadas de la monarca en el trono.