Isabel II cumple este jueves 96 años. Una cifra extraordinaria que llega tras unos meses en los que su salud se ha visto mermada y que la han obligado a echar el freno, por consejo médico, a su frenética agenda. Así, su presencia en actos públicos se ha visto reducida y muchos encuentros han sido sustituidos por reuniones telemáticas. No obstante, la soberana británica se resiste a dar un paso atrás y sigue al pie del cañón en un año especialmente significativo en el que está celebrando su Jubileo de Platino (70 años en el trono). Acostumbrada a pulverizar récords, la jefa de Estado más longeva de Reino Unido suma un año más cuando está a punto de cumplir otro asombroso hito: convertirse en la monarca con el tercer reinado más largo de toda la historia. Será el próximo 9 de mayo cuando la madre del príncipe de Gales cumpla 70 años y 92 días sosteniendo sobre sus hombros el peso de la Corona, superando así a Juan II de Liechestein que reinó entre el 12 de noviembre de 1858 y el 11 de febrero de 1929. Ese día, solo dos Reyes, Luis XIV y Rama IX de Tailandia, habrán tenido unos reinados más dilatados que el de Isabel II.
El último año no ha sido especialmente fácil para la soberana que ha tenido que aprender a vivir sin la compañía del hombre de su vida, el duque de Edimburgo, que falleció el 9 de abril de 2021 a la edad de 99 años. También ha dicho adiós a dos de sus damas de honor, la duquesa de Grafton y Lady Farnham, sus más cercanas amigas y asistentes personales que estuvieron a su lado durante muchos años y al entrenador de caballos Ivor Herbert, otro de sus íntimos. Sin embargo, Isabel II es una experta en sobreponerse y seguir adelante siempre con la mirada puesta en la institución monárquica, algo que lleva haciendo durante las últimas siete décadas.
Solo los últimos achaques en su salud han supuesto un cambio significativo en su intenso ritmo de trabajo y han obligado a hacer algunos ajustes institucionales. El pasado octubre, Isabel II pasó una noche en el hospital para realizarle algunas pruebas. A partir de entonces, los médicos la recomendaron realizar tareas más livianas de despacho, sus viajes prácticamente se han extinguido y gracias a la tecnología ha podido tener reuniones y encuentros sin moverse de su residencia. También se infectó de la Covid-19 y aunque el coronavirus la dejó “agotada” nada parece parar a la Reina de acero. Ha participado de manera presencial en algunas audiencias, a pesar de haber reconocido por primera vez su fragilidad y sus problemas de movilidad que han hecho que no se separe de su bastón. Quizá su aparición más emotiva, que estuvo en duda hasta última hora, fue la que tuvo lugar el pasado 29 de marzo con motivo del servicio de acción de gracias por la vida de su marido, donde caminó, acompañada de su tercer hijo, el príncipe Andrés, por el pasillo que conducía a su asiento en la Abadía de Westminster.
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El 96º cumpleaños de la decana de las reinas se produce en un momento especialmente importante. La Casa Real británica está preparando para primeros de junio una serie de festejos para conmemorar el nuevo Jubileo de su reinado, que dio comienzo el 6 de febrero de 1952. Desfiles, saludos en el balcón, servicios religiosos y muchas actividades sacarán a los ciudadanos a la calle para festejar a una de las figuras más queridas y respetadas dentro y fuera de Gran Bretaña. Sólo queda por desvelar qué papel, sí es que lo tiene, desempeñará Andrés de Inglaterra, una presencia que resulta muy incómoda para los Windsor desde que firmó un millonario acuerdo con el que evitó enfrentarse a un juicio por abusos. El duque de York se retiró de sus deberes oficiales en noviembre de 2019 a raíz de verse salpicado por el Caso Epstein. También está en el aire saber si los duques de Sussex estarán con la Reina en Londres durante estas celebraciones.
En los últimos doce meses, la sucesión dinástica ha estado más encima de la mesa que nunca. Su primogénito, el príncipe Carlos, y su nieto, el príncipe Guillermo, han dado un paso al frente incrementando y sustituyendo a la monarca en importantes actividades y viajes. En un mensaje escrito que Isabel II hizo público en el aniversario de su acceso al trono abordó un futuro en el que ella ya no estuviera. “Cuando en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos se convierta en Rey, sé que le daréis a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me habéis dado a mí; y es mi sincero deseo que, cuando llegue ese momento, Camilla sea conocida como Reina consortemientras continúa con su leal servicio”, manifestó. Un deseo con el que demostró públicamente la confianza que tiene depositada en la esposa del heredero, lo que valora su trabajo y el gran afecto que la tiene.
Isabel II recibirá los 96 años en la finca de Sandringham. En concreto se hospedará en Wood Farm, donde Felipe de Edimburgo vivió a partir de 2017, tras retirarse de sus deberes oficiales. Se espera que sea visitad por sus familiares. A esta propiedad real en Norfolk ha llegado procedente del Castillo de Windsor al que se mudó durante el confinamiento, y que desde hace mes y medio se ha convertido en su residencia permanente tras abandonar definitivamente el Palacio de Buckingham, sede oficial de la monarquía británica desde 1837. No quiere regresar a Londres y su deseo es permanecer en su querida fortaleza del condado de Berkshire, desde donde puede seguir con sus compromisos por videoconferencia con total comodidad. Allí acudió en noviembre al bautizo de dos de sus nuevos bisnietos, los hijos de Eugenia de York y Zara Tindall, que tuvo lugar en la capilla real de Todos los Santos del Castillo. Mientras, aún no ha conocido a Lilibet, la hija del príncipe Harry y Meghan Markle que ya tiene diez mes.
Mientras en algunos países integrantes de la Commonwealth, la organización que aglutina a las naciones que formaron parte del antiguo imperio británico, se están planteando cambiar su sistema político y convertirse en repúblicas, siguiendo la estela de Barbados que ya no la tiene como jefa de Estado, la soberana se convertirá en poco más de quince días en la monarca con el tercer reinado más largo de toda la historia. Solo dos Reyes en todo el mundo la superan en longevidad. Luis XIV de Francia, que portó la corona un total de 72 años y 110 días, entre el 14 de mayo de 1643 y el 1 de septiembre de 1715 y Bhumibol Adulyadej, conocido como Rama IX de Tailandia, que murió el 13 de octubre de 2016 tras 70 años y 126 días sentando en el trono.