Segundo día del príncipe Harry y Meghan Markle en tierras holandesas, hasta donde se han desplazado para dar el pistoletazo de salida a la quinta edición de los Juegos Invictus. En la mañana del sábado, horas antes de que tenga lugar la ceremonia inaugural, los duques de Sussex disfrutaban al máximo durante la celebración de la llamada The Land Rover Driving Challenge. Se trata de una carrera de obstáculos que disputan estos todoterreno de la marca inglesa de automóviles, patrocinadora oficial del evento internacional deportivo. La pareja se ha mostrado entusiasmada y muy participativa en todo momento, algo que se reflejaba en sus caras de emoción y asombro durante la prueba. Incluso, el hijo menor de Carlos de Inglaterra se ha atrevido a subirse y ponerse al volante de uno de estos coches. No solo eso, sino que además él y su esposa se montaban en la versión mini de los vehículos junto a los niños que los conducían y, desde el asiento del copiloto, nos regalaban unas imágenes de lo más simpáticas y adorables.
Las nuevas reglas de los duques de Sussex
El buen tiempo ha acompañado al príncipe Harry y Meghan Markle durante esta jornada en el estadio ZuiderPark de La Haya (Países Bajos), por lo que ambos lucían un look casual acorde con la cita y propio de las temperaturas que disfrutaban. Incluso parecían ir conjuntados por el color negro que ambos llevaban en sus prendas superiores -ella con una chaqueta y él con una camiseta polo- además de las gafas oscuras de sol que portaban. Tanto el Príncipe como su mujer han saludado con un apretón de manos a los participantes, con quienes también charlaban de forma distendida e incluso abrazaban a alguno de ellos. El matrimonio, a quien veíamos igualmente aplaudir durante la competición, iban agarrados por momentos mientras se regalaban constantes gestos de cariño y miradas cómplices en lo que sin duda han sido unas horas verdaderamente agradables.
El guiño estilístico de Meghan Markle a Diana de Gales en los Juegos Invictus
Las primeras imágenes de los duques de Sussex en Países Bajos tras su paso por Reino Unido
Los Duques han vuelto a pisar esta semana suelo europeo después de un largo tiempo sin hacerlo juntos, volando primero desde Estados Unidos hasta Reino Unido para hacer una visita sorpresa a la reina Isabel II. Se desplazaban sin previo anuncio hasta el castillo de Windsor, donde veían a la soberana y se encontraban también con Carlos de Inglaterra. La pareja, que ha viajado sin sus hijos Archie y Lilibet, se trasladaba posteriormente a Holanda por la celebración de los Juegos Invictus, donde el viernes recibían una calurosa bienvenida por parte de las autoridades locales y numerosos participantes. Fundados en 2014 por el propio Príncipe, la competición va dirigida a militares veteranos de las fuerzas armadas y heridos de guerra, una cita inspirada en los Warrior Games americanos en la que durante varios días veremos aspirantes procedentes de una veintena de países. Acontecimiento donde, sobre todo, se pone énfasis en el poder del deporte como motor para la recuperación y la ayuda, tanto física como psicológica, a quienes padezcan cualquier tipo de discapacidad, lesiones incurables o enfermedades derivadas de los conflictos bélicos.