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Para el príncipe de Gales y Camilla de Cornualles, cada 9 de abril desde 2005, cuando se dieron el 'sí, quiero' en una ceremonia civil en el ayuntamiento de Windsor, era un día para celebrar, no solo su aniversario de boda, sino su larga historia de amor, que comenzó en su juventud. Sin embargo, el año pasado la muerte del duque de Edimburgo empañó de manera inevitable esta fecha que ya siempre será agridulce. Entonces, renunciaron a compartir su habitual posado de aniversario desde su cuenta oficial, donde tan solo publicaron el comunicado de Bunckingham anunciando el triste fallecimiento del padre de Carlos de Inglaterra.
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A pesar de que la casualidad quiso que ambas efemérides coincidieran con una diferencia de 16 años, la solidez de la pareja que forman el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles está por encima de las fechas señaladas. Con una complicidad fuera de toda dudas, que queda patente en cada una de sus apariciones públicas, la pareja ha conseguido lo más difícil: ganarse a la opinión pública o, al menos, vencer la animadversiónque existía entre ciertos sectores de la sociedad hacia la futura reina consorte. Su amor nació en la juventud, pero acabó siendo prohibido cuando ambos estaban casados. La enorme popularidad de la recordada Diana de Gales, antes y después de su divorcio del hijo de la Reina, no puso las cosas fáciles a Camilla. Además, el desafortunado final de la Princesa la elevó a la categoría de mito. No fue hasta diez años después de su muerte, cuando decidieron darse el 'sí, quiero'.
Camilla de Cornualles, la apasionante y difícil historia de la futura reina consorte de Ingleterra
Desde entonces hasta ahora, la duquesa de Cornualles, título que adquirió tras la boda, dejando que el de princesa de Gales siga para siempre acompañando a la memoria de Diana, fue diligente en sus obligaciones reales. Su trabajo junto al príncipe Carlos, su don de gentes en los actos públicos e incluso su simpatía, para muchos recién descubierta, le hizo ganarse la confianza de Isabel II, que en su Jubileo de Platino, depositó oficialmente el futuro de la monarquía en la pareja. No solo eso, sino que expresó su deseo de que Camilla de Cornualles sea reconocida como reina consorte y no princesa.
La última vez que el matrimonio celebró su aniversario fue cuando cumplieron 15 años de casados. El príncipe de Gales acababa de terminar su cuarentena tras superar el coronavirus, y la pareja compartió una fotografía en la que aparece sentada en el porche de su casa de Birkhall, la finca escocesa situada a tan solo doce kilómetros del castillo de Balmoral. Se trata de una propiedad que perteneció a la reina Madre que se ha convertido, a lo largo de todos estos años, en el perfecto refugio de amor del príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles. Está rodeada de bosques y de colinas, concretamente las de las Tierras Altas de Escocia y fue aquí donde disfrutaron de su luna de miel hace ahora tres lustros. Volviendo al retrato, los dos protagonistas posaron con sus dos Jack Russells terriers, Beth y Bluebell.