Isabel II es una mujer fuerte e incombustible y, una vez, ha vuelto a demostrarlo, al retomar su agenda oficial y protagonizar dos actos presenciales en 24 horas pocos días después de haber superado el covid-19 que contrajo el pasado 20 de febrero. La Reina ha recibido este miércoles a la escritora Grace Nichols. La cita se ha llevado a cabo en el Salón de Roble del Castillo de Windsor donde la soberana le ha entregado la Medalla de Oro de Poesía, un galardón que fue creado por Jorge V, abuelo de la monarca en 1933. La Reina aparecía muy sonriente, con muy buen aspecto y muy recuperada, incluso la hemos podido ver caminar sin la ayuda del bastón con el que ha hecho sus últimas apariciones públicas. En esta audiencia han estado acompañadas por el laureado poeta Simon Armitage, quien ha presidido el Comité de la Medalla de Poesía y ha sido el máximo valedor para que el galardón recayera en Grace Nichols. Durante el encuentro han conversado animadamente y han tratado de mantener la distancia de seguridad impuesta por el protocolo sanitario.
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Para esta cita literaria, la reina de Inglaterra, de 95 años, ha elegido un vestido en color crema que ha lucido con un collar y unos pendientes de perlas. Grace Nichols ha sido reconocida con esta distinción, que premia la excelencia en poesía a personas del Reino Unido o de países miembros de la Commoweath, por su extenso trabajo, en particular por su primera colección de poesía I is a Long-Memoried Woman, lanzada en 1983, en formato de prosa y con varios libros destinados a los lectores más jóvenes.
Tras faltar a una de sus citas más importantes, el servicio religioso anual por el Día de la Commonwealth este lunes, se pensaba que la Reina continuaría con sus citas de manera telemática. Y así arrancó con su agenda este martes por la mañana, con dos audiencias virtuales. Pero la sorpresa vino cuando esa tarde protagonizó un nuevo acto en persona. Tal como sucediera la semana pasada, cuando recibió a Justin Trudeau, primer ministro canadiense, se reunió con la gobernadora general de Canadá, Mary Simon, y con su esposo, Whit Fraser, para una tarde de té en el Castillo de Windsor en el que se la pudo ver contenta y con buen ánimo.
Parece que Isabel II ya se encuentra totalmente restablecida de su contagio por coronavirus y que la enfermedad no le ha producido ningún tipo de secuelas, algo que sí le ha ocurrido a su nuera, la duquesa de Cornualles, quien este miércoles ha tenido que cancelar su viaje a Cheltenham, una ciudad de Gloucestershire, en Inglaterra, mientras continúa recuperándose de los efectos secundarios que le ha dejado el virus. La mujer de Carlos de Inglaterra tenía que asistir a la Queen Mother Champion Steeple Chase, una carrera de obstáculos de caballos en la que iba a presentar un trofeo.
La semana pasada durante la recepión que hizo en Clarence House con motivo del Día Internacional de la Mujer, Camilla de Cornualles reconocía que aún tenía tos. "Llevo tres semanas y no consigo deshacerme de ellos", contaba a la revista ¡HELLO!, en relación a las secuelas persistentes que padece todavía. "Probablemente mi voz podría perderse repentinamente y podría comenzar a toser y balbucear", explicaba. La Duquesa dio positivo por coronavirus el mes pasado, cuatro días después de que a su esposo, el príncipe Carlos, le diagnosticaran la enfermedad por segunda vez. Un portavoz de Clarence House confirmó la noticia de que Camilla, que tiene la pauta de vacunación completa, dio positivo en coronavirus el 14 de febrero. "Su Alteza Real, la duquesa de Cornualles, dio positivo por Civid-19 por lo que se aislará", se aseguró a través de un comunicado.