Isabel II ha retomado este martes su agenda oficial y hemos podido verla tras nueve días de aislamiento después de haber contraido el covid-19. La Reina se siente más recuperada del virus y ha celebrado dos audiencias virtuales desde el Castillo de Windsor, donde tiene fijada su residencia desde la crisi sanitaria, reuniéndose con el embajador de Andorra, Carles Jordana Madero, y el embajador de Chad, Kedella Younous Hamidi. La reina de Inglaterra, de 95 años, se sintió con las fuerzas sufientes como para mantener una conversación con los diplomáticos, que se encontraban en el Palacio de Buckingham, después de posponer compromisos similares la semana pasada tras su prueba positiva el 20 de febrero.
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Isabel II reaparecía a través de la pantalla vistiendo un traje verde durante sus reuniones por video desde su residencia de Berkshire. La Reina ha recibido a Carles Jordana Madero, quien ha presentado las cartas de destitución de su antecesor y sus propias cartas credenciales como embajador del Principado de Andorra, se trata de un requisito necesario que se lleva a cabo a través de la entrega a la monarca de un documento que acredita a un embajador extranjero como representante y máxima autoridad diplomática de otro país. La soberana también ha recibido a Kedella Younous Hamidi, quien esta mañana presentó sus cartas credenciales como embajador de la República de Chad en la Corte de St James.
El Palacio de Buckingham confirmó que la Reina había dado positivo por coronavirus el 20 de febrero y que sufría "síntomas leves parecidos a los de un resfriado". La semana pasada canceló los compromisos virtuales que tenía previstos mientras continuaba aislándose en el Castillo de Windsor. Sin embargo, sí mantuvo su audiencia telefónica semanal con el primer ministro Boris Johnson el miércoles pasado. El palacio dijo además que la reina de Inglaterra continuaría con tareas livianas, entre las que se incluyen revisar sus cajas rojas, donde hay documentos que ponen al día a Isabel II sobre eventos en el Parlamento, asuntos en el extranjero y en la Commonwealth, y documentos estatales que requieren su firma y consentimiento real.
Este fin de semana se conoció la noticia de que la Reina había aceptado el consejo del Secretario de Relaciones Exteriores para retrasar la recepción diplomática que debía tener lugar en el Castillo de Windsor el día 2 de marzo. Aunque se entiende que este aplazamiento no se debe a un tema relacionado con la salud de Isabel II, sino al conflicto provocado por la invasión rusa de Ucrania. Según ha trascendido, este domingo la monarca recibió la visita de algunos miembros de su familia. La soberana, se trasladó a Frogmore y pasó un agradable rato con su nieta, la princesa Beatriz y la hija de esta, Sienna, de 5 meses. En el encuentro estaban además los duques de Cambridge y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, de 8, 6 y 3 años, respectivamente, que, con las travesuras y ocurrencias propias de su edad, seguro que dieron una inyección de energía a su bisabuela.
La Reina, que en una de sus últimas apariciones reconocía por primera vez su fragilidad, ha tenido en la última etapa diferentes problemas de salud además de un annus horribilis también en lo personal. El 20 de febrero daba positivo en coronavirus tras pasarlo también el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles. Cuatro meses antes, en octubre, pasaba una noche en el hospital y su frenética agenda se paró. De este modo cancelaba por recomendación médica viajes oficiales y ausentándose de actos tan significativos como el Día del Recuerdo por un esguince de espalda. También sus aficiones y rutinas privadas se vieron afectadas ya que se le desaconsejó salir a pasear con sus perros y montar a caballo, que es una de sus grandes pasiones.