En tiempos convulsos para la casa Windsor, hay un miembro de la Familia Real británica que cuenta cada día con mayor popularidad, tanto para los súbditos como dentro del seno de la Corona: La duquesa de Cambridge. La esposa del príncipe Guillermo se ha convertido en un valor en alza para la Casa Real británica, está adquiriendo cada vez más relevancia, asumiendo mayores responsabilidades institucionales y teniendo una mayor presencia en los actos relacionados con la institución. Tras diez años en la vida pública, la Duquesa no solo ha abrazado sus deberes y patrocinios oficiales, sino que ha ido un paso más allá al enfocar los primeros años de su labor real sin prisas ya que se siente motivada por la huella que puede dejar y por el impacto a largo plazo de su trabajo. Un rol que se ha ido labrando poco a poco y a base de mucho trabajo ya que se trata de una mujer introvertida por naturaleza que ha logrado vencer su timidez para utilizar su posición porque sabe que sus intervenciones públicas son una manera importante para contribuir positivamente a la sociedad.
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Es consciente de la importancia del papel que debe representar en la Corona y su actitud en público ha cambiado desde que la conocimos como la tímida prometida del nieto de Isabel II, hace más de una década. Desde hace algún tiempo ha ganado confianza y se la ve cada vez más segura de sí misma. Se muestra cómoda en los actos institucionales donde no duda en presentarse tal como es, sin miedo a dejar salir su lado más cariñoso, como hemos podido observar, por ejemplo, en los diferentes eventos en los orfanatos a los que ha asistido y en su manera de comportarse con los niños en general, donde deja salir su faceta más tierna y humana. Tampoco duda en enseñar su cara más divertida o espontánea cuando la ocasión lo merece. La semana pasada, sin ir más lejos, fuímos testigos de un gran momento cuando, ni corta ni perezosa, se lanzó por un tobogán en su visita a la Lego Fundation PlayLab, en su viaje a Dinamarca. Con tesón, ha aprendido a sentirse cómoda en su rol institucional y trata de disfrutarlo. Precisamente, es esa naturalidad que transmite lo que hace que se haya convertido en uno de los miembros más queridos y mejor valorados de la Familia Real británica.
La importancia de la duquesa de Cambridge en la agenda de la Casa Real británica se ha incrementado coincidiendo con la imposibilidad de otros miembros de desempeñar su papel habitual. Ha sido el caso de la propia Isabel II, de 95 años, que ha tenido que reducir su agenda considerablemente por los problemas de salud que arrastra desde el pasado mes de octubre y que ahora se recupera del covid que contrajo el pasado 20 de febrero. Por ejemplo, vimos a los duques de Cambridge en su lugar en la ofrenda floral del Día del Recuerdo el pasado mes de noviembre.
Kate Middleton se ha convertido en uno de los activos más valiosos para la institución monárquica, sus labores reales han credido y cuenta cada vez con más actos oficiales sin el príncipe Guillermo. Uno de los compromisos más importantes que ha protagonizado en los últimos tiempos ha sido el viaje en solitario de dos días que realizó la semana pasada a Dinamarca, un país al que la Familia Real británica llevaba 5 años sin trasladarse, el último que lo hizo fue el príncipe Harry en el año 2017, y donde se reunió con la reina Margarita y la princesa Mary en el Palacio de Christian IX en Amalienborg. Tras este viaje, está previsto que los duques de Cambridge vayan juntos en el mes de marzo al Caribe en una gira institucional para conmemorar el Jubileo de platino de la reina Isabel II en tres países de la Commonwealth.
El pasado mes de enero la Duquesa recibió un nuevo nombramiento de manos de la Reina: se convirtió en la nueva patrocinadora real de la Rugby Football Union y de la Rugby Football League, un cargo que anteriormente ocupaba su cuñado, el príncipe Harry. Esta decisión tomada por la Reina de Inglaterra, fue el primero de los patrocinios que pertenecieron al segundo hijo de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales que se redistribuyó a otro miembro de la Familia Real desde que los duques de Sussex se retiraran de sus roles como miembros senior de la realeza hace más de un año. Un nombramiento que refuerza el papel que la mujer del príncipe Guillermo está desempeñando dentro del seno de la Corona británica y lo bien considerada que está por la reina de Inglaterra. Y tal es la implicación de Kate Middleton con las labores que asume, que no dudó en sumarse a un entrenamiento de rugby en el estadio Twickenham junto a otros jugadores, entrenadores y árbitros para vivirlo en primera persona y conocer mejor los entresijos y las necesidades de su nuevo cargo.
Pero no sería el único patronazgo que la duquesa de Cambridge asuma, sino que también se apunta a que podría hacerse cargo de algunos de los patronazgos militares y benéficos del príncipe Andrés, despojado de su título de Alteza Real por el proceso judicial que protagonizó por la denuncia por abusos de Virginia Giuffre. Para ser exactos, se trataría del cargo de coronel de la Guardia de Granaderos. Si esto ocurriera Kate Middleton podría lograr un hecho histórico y sin precedentes. A sus 40 años, sería la primera mujer coronel nombrada en los 366 años de historia del regimiento, un escalón más hacia su futuro papel de Reina consorte.
La duquesa de Cambridge colabora con diversas fundaciones pero la salud y el bienestar de los niños es un asunto en el que ha estado cada vez más centrada a lo largo de los años, por el que se muestra muy interesada y dirige muchos de sus esfuerzos como miembro activo de la Familia Real británica. El pasado mes de junio inauguró un nuevo proyecto para canalizar todas sus inquitudes sobre este tema: la Royal Foundation Centre for Early Childhood (Centro de la Fundación Real para la Primera Infancia), que se centra en la investigación, el desarrollo de nuevas soluciones con sectores privados y públicos, y campañas de concienciación para dar a conocer la importancia del cuidado de los más pequeños y de la importancia de los primeros años en el desarrollo emocional de los niños en un futuro.
La pasión de la Duquesa por el deporte, la naturaleza y el aire libre se deriva de su propia experiencia y disfrute de jugar al tenis, al hockey y de navegar desde una edad temprana. Esa es la razón por la que muestra su apoyo a aquellas organizaciones que trabajan para garantizar que los jóvenes tengan acceso a salir al aire libre para disfrutar del mundo natural y participar en actividades físicas. En particular, es patrocinadora real de varias instituciones relacionadas con el deporte: SportsAid, The All England Lawn Tennis and Croquet Club, The Lawn Tennis Association y The 1851 Trust. Como madre de tres niños pequeños, los príncipes George, Charlotte y Louis, de 8, 6 y 3 años, respectivamente, desea fomentar su amor por la naturaleza y el aire libre.
En marzo de 2018, la duquesa se convirtió en la primera patrocinadora real del Victoria and Albert Museum de Londres, un patronazgo que refleja su interés por las artes visuales, la fotografía, el diseño y los textiles. Además, Kate Middleton ha sido patrocinadora de la Galería Nacional de Retratos desde 2012.