El príncipe Andrés de Inglaterra, tercer hijo de Isabel II y noveno en la línea de sucesión al trono británico, cumple este sábado 62 años en un momento de gran incertidumbre. Por un lado está apartado de la monarquía británica, pero por otro, hace tan solo unos días se conoció que había llegado a un acuerdo millonario que le permitirá eludir un juicio que iba a celebrarse a lo largo de este año. Virginia Giuffre le demandó ante un tribunal de Estados Unidos por abusar presuntamente de ella cuando era menor de edad y se encontraba atrapada en la red de tráfico sexual de Jeffrey Epstein. Todo indicaba que él se sentaría en el banquillo de los acusados, pero finalmente el pacto extrajudicial por el que pagará a la querellante 14 millones de euros -que le ayudará a sufragar la Reina-, según la prensa inglesa, le ha librado de ello. Al no comparecer ante el tribunal no se podrá demostrar su culpabilidad en el caso. Él siempre ha mantenido su inocencia, pero quedan en el aire muchas cuestiones por resolver sobre su verdadera implicación en el Caso Epstein. Lo que sí ha quedado seriamente dañada es su reputación y su imagen pública y parece que los miembros de la realeza británica lo quieren lo más lejos posible en un año especialmente importante ya que están pendientes las celebraciones por el Jubileo de Platino de la monarca.
El que antaño fuera calificado de héroe nacional por su participación en la Guerra de las Malvinas, resulta ahora una presencia más que incómoda y no está previsto que se enmarque su cumpleaños de ninguna manera especial. Antaño celebraba el día de su nacimiento con grandes fiestas en las que reunía en el Palacoi de St. James a top models como Naomi Campbell y a multitud de celebrities. La Corona quiere que el asunto se olvide cuanto antes y poner distancia con el duque de York. A pesar de que no tendrá que sentarse en el banquillo, sigue sin ejercer sus deberes institucionales desde el 20 de noviembre de 2019 y no se le restituirán los títulos militares, los patrocinios reales ni la dignidad de Alteza Real que su madre le quitó recientemente a raíz del escándalo judicial. Lo que sí parece que mantendrá serán el resto de sus títulos: el de duque de York, el de vicelamirante del servicio naval y el de consejero de Estado. A este respecto, los vecinos de esta ciudad al norte de Inglaterra han pedido que se le revoque el título. La diputada laborista de York, Rachael Maskell, ha dicho que el Príncipe había causado “profundo dolor y vergüenza” a los vecinos de la localidad. Fuentes del Palacio de Buckingham y del Ministerio de Defensa consultados por el Dialy Mail aseguran que no está previsto revisar los títulos que aún conserva. Así que Andrés de Inglaterra seguirá siendo uno de los cuatro consejeros de Estado que podrían ocupar temporalmente el lugar de la Reina si ella no se encontrara bien o estuviera en el extranjero. Los otros tres son los príncipes Carlos, Guillermo y Harry. Lo que significa que de los cuatro, dos ya no son miembros de la realeza. El rango de vicelamirante de la Royal Navy está relacionado con su carrera militar, y no con su función dentro de la monarquía, por eso lo mantiene ya que la Reina no se lo puede quitar, al no entrar dentro de sus competencias.
- El incierto futuro del príncipe Andrés tras el acuerdo que le ha permitido eludir el juicio
La ‘Firma’, como se conoce a la Familia Real inglesa, estaba muy preocupada ante la posibilidad de que uno de los suyos se enfrentara ante la Justicia, por eso habrían presionado para que se llegara a un acuerdo que evitara el juicio y ensombrecieran las celebraciones del Jubileo de Platino de la Reina, todo un programa de actividades que servirá para aumentar aún más la popularidad de la monarca. En concreto, el núcleo duro de los Windsor, formado por el príncipe Carlos y su hijo Guillermo, se quedaron conmocionados cuando el Duque, que siempre ha negado las acusaciones de Guiffre, exigía que el juicio fuera con jurado. Desde ese momento el engranaje se puso en marcha y finalmente el asunto se ha cerrado en petit comité y ha supuesto un ‘alivio’ tanto para el exmarido de Sarah Ferguson como para la Corona.
El silencio de su exmujer y sus hijas
No obstante, esto no significa que el Duque de York retome sus actividades oficiales o que tenga más presencia pública. La Casa Real no le perdona cómo ha gestionado el asunto desde el principio cuando su nombre se vio salpicado por el Caso Epstein ni tampoco su mala elección de amistades. Reconoció que conoció a Jeffrey Epstein en 1999, que no eran amigos y que no volvieron a tener contacto. Años más tarde, en 2010, se alojó en la casa del millonario estadounidense en Nueva York y los dos juntos fueron fotografiados dando un paseo por Central Park. Unas confianzas un tanto excesivas para alguien a quien solo consideraba como un conocido. Las que tampoco se han pronunciado son su exmujer, con la que mantiene una gran sintonía, ni sus hijas las princesas Beatriz y Eugenia. Sarah Ferguson le mostró su apoyo sin fisuras antes de la emisión en 2019 de la polémica entrevista que concedió en la BBC y tras las que se vio obligó a abandonar sus funciones monárquicas tras intentar sin éxito aclarar su relación con Epstein. En aquella ocasión la duquesa de York dijo que: “Andrés es un auténtico caballero y no solo es estoicamente leal en su deber, sino que tiene la bondad de ver siempre lo mejor de las personas (...) Le apoyo profundamente y estoy orgullosa de este gran hombre de principios que se atreve a enfrentarse a la adversidad y a permanecer firme con su sentido del honor y la verdad”. Desde entonces y según se sabían más datos, Sarah no ha vuelto a pronunciarse al respecto. Tampoco lo han hecho las hijas del matrimonio que han vivido momentos tan importantes en los últimos años como sus bodas o el nacimiento de sus hijos. El Príncipe no apareció en ninguna de las fotografías oficiales del enlace de la princesa Beatriz con Edoardo Mapelli Mozzi, que tuvo lugar en Windsor el 17 de julio de 2020.
La presencia del hermano de Carlos de Inglaterra está descartada en todas las grandes citas de la monarquía inglesa de 2022, aunque hay un homenaje al que sí que se espera que acuda rodeado de su familia y de la Reina. A finales del próximo mes tendrá lugar en la Abadía de Westminster el servicio de acción de gracias por el príncipe Felipe, unos días antes del primer aniversario de su fallecimiento. Parece que Andrés está decidido a acudir a este homenaje a su padre que aunque es un acto oficial es principalmente familiar. Existe el temor de que su presencia lo eclipse todo, aunque dada la estrecha relación que había entre padre e hijo quizá la opinión pública entienda su participación. A partir de ese momento, desaparecerá de escena y se especula con la posibilidad de que pase esta jubilación forzada y adelantada en alguna de las casas que la Reina tiene en Escocia donde mantenga un perfil bajo sin ninguna labor concreta asignada.