En medio de una etapa complicada para la monarquía británica llegan noticias agradables para los Windsor gracias a la que puede convertirse en su primera reunión familiar en público después de mucho tiempo. El próximo 14 de marzo Isabel II podría acudir a un acto público acompañada de una buena parte de sus seres queridos para conmemorar a su lado una de las jornadas con más significado de su calendario. El motivo de la cita es el Dia de la Commonwealth, que se celebrará como tradicionalmente, con un servicio religiosa que acogerá la Abadía de Westminster, un templo que está estrechamente vinculado a la realeza por ser el escenario de la coronación de la Reina y del enlace de los duques de Cambridge.
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La propia Commonwealth ha avanzado que en marzo se llevará a cabo el citado servicio religioso además de eventos virtuales puesto que la celebración, debido a las restricciones sanitarias, se perfila en un formato más reducido de lo habitual. Cabe recordar que hasta el inicio de la pandemia en este evento se reunía a cerca de 2000 invitados incluyendo autoridades, representantes de los 54 países que conforman la Mancomunidad de Naciones e incluía también actuaciones musicales. En esta ocasión han adelantado que habrá un enfoque especial en el papel que juega el servicio de la monarca en la Commonwealth coincidiendo con su Jubileo de Platino. Además, es la primera Reina británica en celebrar 70 años en el trono.
Se espera que la soberana pueda estar presente en el servicio religioso en el que en anteriores ocasiones ha participado junto al príncipe Carlos, la duquesa de Cornualles, los duques de Cambridge y los condes de Wessex. Aunque esperaba haberse reunido tanto con ellos como con el resto de familiares en Sandringham para pasar sus navidades más difíciles, finalmente no pudo llevarse a cabo el encuentro por el incremento de contagios por coronavirus y se quedó en el castillo de Windsor. De hecho, su hija, la princesa Ana, pasó las fiestas confinada por el positivo de su esposo, Sir Timothy Laurence. La última vez que vimos a toda la Familia Real británica fue hace cerca de un año, el pasado mes de abril en el funeral del duque de Edimburgo. Sin embargo, podrían reunirse en Norfolk privado antes de esta cita, el 6 de febrero, día que se cumplen 70 años del reinado de Isabel II.
La renuncia de los duques de Sussex
Además de la importancia que tiene para la realeza británica el Día de la Commonwealth, también es una cita que marcó un antes y un después para los Windsor ya que en 2018 fue el primer acto de máxima relevancia institucional al que asistió Meghan Markle y en 2020 fue el último acto público al que asistieron los duques Sussex. A partir de ese momento comenzó para ellos un nuevo capítulo en Estados Unidos. Desde entonces el príncipe Harry ha regresado a Londres en dos ocasiones (para despedir a su abuelo y para el homenaje a su madre), pero su esposa no ha vuelto a la ciudad del Támesis, donde ha vivido inolvidables momentos como el anuncio de su pedida de mano, su enlace en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor así como el nacimiento y el posterior bautizo de su primogénito, Archie Harrison.
El año pasado, escasas horas después de celebrarse virtualmente el citado acto, se emitía la entrevista que los duques de Sussex dieron a Oprah Winfrey, una aparición que supuso el punto de no retorno entre el matrimonio y la Familia Real británica. Estas primeras palabras en la televisión norteamericana supusieron un auténtico tsunami mediático y sorprendieron a la propia presentadora como ella misma contó ya que Meghan Markle aseguró que la decisión de que su hijo no tuviera título fue impuesta, que cuando esperaba a Archie hubo en los Windsor quien se preguntó de qué color sería la piel del bebé, que se habían casado tres días antes de la boda oficial o que llegó a tener pensamientos suicidas durante su embarazo