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Si hay un miembro de la Familia Real británica que, en tiempos convulsos para la casa Windsor, está ganando cada día mayor popularidad y asumiendo cada vez mayores responsabilidades institucionales es, sin duda alguna, la duquesa de Cambridge. Ahora recibirá un nuevo nombramiento y se convertirá en la nueva patrocinadora real de la Rugby Football Union, un cargo que anteriormente ocupaba su cuñado, el príncipe Harry, según informa el diario The Sunday Times, aunque aún se desconoce si también se hará cargo de la Rugby Football League. Desde Buckingham aún no se ha anunciado este nombramiento de manera oficial, pero se espera que se comunique de manera inminente, según informan desde el diario Daily Mail, ya que el Torneo Seis Naciones de Rugby comienza la semana que viene y la idea es que, en ese momento, la patrocinadora real ya haya ocupado su puesto. Como curiosidad, apuntar que, de este modo, la Duquesa se convierte en la rival directa de su marido, el príncipe Guillermo, que es desde hace varios años el patrocinador de la Welsh Rugby Union, el mismo organismo que su mujer, pero en Gales.
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- Kate Middleton cumple 40 años convertida en la verdadera joya de la corona británica
Esta decisión tomada por Isabel II, sería el primero de los patrocinios que pertenecieron al segundo hijo de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales que se redistribuirá a otro miembro de la Familia Real desde que los duques de Sussex se retiraran de sus roles como miembros de la realeza hace un año. Este nombramiento refuerza el papel que la Duquesa está desempeñando dentro del seno de la Corona británica y lo bien considerada que está por la reina de Inglaterra.
La duquesa de Cambridge no solo sería quien sustituya al príncipe Harry, sino que también se apunta a que podría hacerse cargo de algunos de los patronazgos militares y benéficos del príncipe Andrés, despojado de su título de Alteza Real por el proceso judicial que podría hacerle sentarse en el banquillo de los acusados por la denuncia por abusos de Virginia Giuffre. Entre los títulos militares perdidos por Andrés, se encuentra el de coronel de la Guardia de Granaderos; formada en 1656 por el rey Carlos II, este título honorífico era uno de los más apreciados por el duque de York ya que lo había heredado de su padre, el príncipe Felipe de Edimburgo, y fue uno de los puestos a los que se aferró cuando se retiró por primera vez de sus funciones oficiales en 2019.
El cargo de coronel fue devuelto a Isabel II y los militares de este cuerpo querrían que fuera otorgado a la duquesa de Cambridge ya que "todos admiramos la forma en que se ha adaptado y se ha comportado, nunca parece dar un paso en falso", ha afirmado un alto cargo de la Guardia de Granaderos a The Sunday Times. El nuevo coronel lo decide el citado regimiento y la Reina, de 95 años, que asumió el puesto de Andrés por defecto. Si Kate Middleton asumiera el cargo, podría lograr un hecho histórico y sin precedentes. A sus 40 años, sería la primera mujer coronel nombrada en los 366 años de historia del regimiento, un escalón más hacia su futuro papel de Reina consorte.
La experta real y biógrafa Katie Nicholls declaró que la Reina, de 95 años, ya "valora enormemente" el trabajo de Kate y confiará en ella "más que nunca" en medio de los escándalos reales, declaró en una entrevista reciente con la revista OK! De hecho, con el delicado estado de salud de la Monarca son cada vez más los actos institucionales en los que la Soberana ha delegado en su nieto y su esposa para que la representen. Sin ir más lejos, cuando a la Reina los médicos le hicieron guardar reposo el pasado mes de noviembre, vimos a los duques de Cambridge en su lugar en la ofrenda floral del Día del Recuerdo el pasado mes de noviembre.
La duquesa de Cambirdge no solo sería la sustituta de la reina de Inglaterra en las grandes citas, sino que también desempeña cada vez responsabilidades de manera individual como, por ejemplo, el ser la encargada de organizar por primera vez el recital de villancicos el pasado mes de diciembre en la abadía de Westminster. La duquesa de Cambridge se ha convertido en un valor en alza para la Familia Real británica, gracias a su naturalidad y cercanía, que le han permitido combinar las tradiciones de la monarquía más antigua del planeta con las inquietudes de una mujer de su tiempo.