El último movimiento judicial que ha hecho el príncipe Andrés en relación a su supuesta implicación en el Caso Epstein ha sentado como un jarro de agua fría en la Familia Real británica. El duque de York ha exigido, en un documento legal que ha presentado en Nueva York, tener un juicio con jurado a la vez que volvía a negar las acusaciones de abuso de Virginia Giuffre. Pensar en la posibilidad de que un miembro de los Windsor se siente en el banquillo por unos hechos tan graves ha "conmocionado" sobre manera al núcleo duro de la Casa Real: los príncipes Carlos y su hijo, el príncipe Guillermo, heredero y segundo en la línea de sucesión al trono, respectivamente. Los dos quieren presionar, según la prensa del país, a Andrés de Inglaterra para que llegue a un acuerdo económico con la demandante, que se ha cifrado en 10 millones de libras esterlinas (algo más de 12 millones de euros), y evitar así el juicio.
El temor del núcleo duro de La Firma (como se conoce a la monarquía inglesa) es que el juicio, en el que será exhaustivamente interrogado, pueda ser “mil veces peor” que la desastrosa entrevista que hizo en la BBC donde intentó, sin éxito, arrojar luz sobre su relación con Jeffrey Epstein. Tras esa aparición en televisión, el padre de las princesas Beatriz y Eugenia anunció su retirada de la vida pública. A esto se le suma que este año es especialmente importante para la Reina. El 6 de febrero se cumplirá su Jubileo de Platino (70 años en el trono) y no se quiere que nada enturbie las celebraciones, según apunta The Daily Mail.
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En su último movimiento legal, el duque de York ha presentado un documento en el que rechaza todas las acusaciones o “carece de información suficiente para admitir o negar” algunos de los puntos de la demanda. También ha vuelto a pedir que de desestimara el caso. A pesar de las presiones, el príncipe Andrés afronta su defensa legal como un “ciudadano privado”, después de que el 13 de enero la Reina le despojara de sus títulos militares, le quitara los patrocinios reales y le retirara la dignidad de Alteza Real. A partir de ahora no tendrá el amparo de la Casa Real. La decisión de su madre vino después de que un tribunal de Nueva York no archivara la denuncia que interpuso contra él Virginia Giuffre por abusar de ella cuando era menor de edad.
La polémica saltó en el verano de 2019 cuando salieron a la luz unas imágenes suyas saliendo del apartamento neoyorquino de Jeffrey Epstein. Aunque intentó quitar importancia a su relación con el millonario estadounidense, las acusaciones de Virgina Giuffre le pusieron en una posición cada vez más comprometida. Ha intentado evitar hasta el último momento tener que enfrentarse a esta querella, pero la causa sigue para adelante y podría convertirse en el primer miembro de la Familia Real de la era moderna en tener que sentarse en el banquillo de los acusados, a no ser que llegue a un acuerdo con la demandante.