El príncipe Harry estaría buscando acercar posturas definitivamente con su familia e intentar que la relación vuelva a ser más o menos fluida, tras el evidente distanciamiento tanto físico como emocional que hay entre ellos desde el célebre Megxit que tuvo lugar hace dos años. El duque de Sussex habría dado un primer e importante paso para romper el hielo y tratar de limar asperezas, al ponerse en contacto con su padre a través de "varias videollamadas" y mantener así "conversaciones amistosas" que destensen la situación de una vez por todas. El hijo menor de Carlos de Inglaterra, según informan al Daily Mail fuentes de la realeza, desea recuperar parte del tiempo perdido con los suyos de cara a dos acontecimientos que viviremos este año: el acto homenaje al duque de Edimburgo en el primer aniversario de su muerte que se hará en primavera, y el jubileo de la Reina que se celebrará en verano con motivo de sus 70 años en el trono.
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Eventos ambos que supondrían la vuelta del hermano del príncipe Guillermo a Reino Unido para participar en ellos, aunque aún está por confirmar si le veremos viajar desde su residencia de California (Estados Unidos) a Europa y si lo hará acompañado por su mujer, Meghan Markle, junto a sus dos hijos Archie y Lilibet Diana. Precisamente, se apunta también a que el príncipe de Gales tiene enormes ganas de poder conocer en persona a su nieta, nacida el pasado junio, ya que le encanta desempeñar su papel de abuelo y hasta ahora no ha podido estar con la pequeña. Sería por esto por lo que, según se ha informado, el hijo de Isabel II quiere que Harry y su familia se alojen con él durante esta posible visita (aún no confirmada) al Reino Unido. Una invitación que provocaría la primera reunión familiar desde que los duques de Sussex abandonaran sus obligaciones en la Familia Real y también permitiría al feliz abuelo disfrutar de Archie y Lilibeth. Este ofrecimiento, una mano tendida más hacia la normalización de las relaciones familiares, se ha hecho a pesar del desacuerdo del príncipe Harry con la decisión del Gobierno de retirarle la protección policial cuando vuelva a casa. Al parecer el duque de Sussex habría decidido emprender acciones legales contra la decisión del Gobierno, además, según argumentaba el abogado del duque al Daily Telegraph, tampoco se le permite pagar por ella.
En este contexto se comenta además que el príncipe Carlos está preocupado por el retrato que su hijo Harry puede hacer de su mujer Camilla y la relación que mantenía con el príncipe de Gales cuando el duque de Sussex era un niño, en su anunciado libro de memorias. “Harry defiende de manera firme el recuerdo de su madre y su legado y no aprueba la aparición de Camilla como el gran amor de su padre” señala una fuente a The Sun. La misma fuente apunta que lo que menos quiere Carlos es que se critique a Camilla en un año en el que la reina Isabel debe ser la protagonista y cuando además la gente ya la ha aceptado.
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Con todo esto, el pasado martes se conocía también que los príncipes Andrés y Harry se enfrentan a un nuevo desaire por parte de Palacio, ya que se está considerando cómo eliminar otro de sus papeles como royals que aún no se les han quitado: el de consejeros de Estado. El duque de Sussex perdió una serie de títulos, incluido el de Alteza Real, a raíz del Megxit mientras que el duque de York ha sido despojado de sus cargos militares, sus patrocinios reales y de la dignidad de Alteza Real, a raíz de su vinculación con el Caso Epstein que podría enfrentarle a un juicio por abusos. La medalla conmemorativa por el Jubileo de Platino de Isabel II se entregará el 6 de febrero, día en que accedió al trono en 1952, y se entregará a los miembros de las Fuerzas Armadas, la Policía, los bomberos y los servicios de emergencias. Al haber perdido los dos sus títulos militares, Andrés y Harry de Inglaterra no tendrán derecho a portar esta distinción.
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