Son las primeras navidades de Isabel II sin su marido, el duque de Edimburgo, que murió el pasado abril a los 99 años, y su familia iba a arroparla en estos días tan entrañables en su finca de Sandringham, en la que salvo contadas ocasiones (como el año pasado por la pandemia) le gusta pasar los últimos días del mes de diciembre y primeros del nuevo año. Pero el avance de la nueva variante ómicron en Reino Unido y el aumento del número de contagios, han dado al traste con los planes de la soberana británica. Primero, tuvo que cancelar su tradicional almuerzo prenavideño con toda su familia (hasta 50 miembros de los Windsor), después, se supo que no se trasladaría a Sandringham y que permancería en el Castillo de Windsor como medida de precaución y ahora se ha conocido que su hija, la princesa Ana, no podrá estar con ella ya que su marido, Sir Timothy Laurence, ha dado positivo por coronavirus.
Siguiendo las recomendaciones del Gobierno británico la Princesa, de 71 años, y su esposo tendrán que pasar la cuarentena de diez días aislados en su casa de Gloucestershire ya que son convivientes. Todo indica a que Sir Timothy se contagió a principios de esta semana.De tal manera, la única hija de la Reina no podrá estar junto a su madre en esta Navidad tan complicada para Isabel II. Sin embargo, la Reina no estará sola. Poco después de que se conociera el positivo de Timothy, un portavoz de Clarence House, la residencia oficial del príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles, confirmaba que el heredero y su esposa estarían entre los invitados de la soberana en Windsor. Ha estado en duda hasta el final que el príncipe Carlos se reuniera con su madre ya que el año pasado pasó las Fiestas en su casa de Highgrove.
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Además del príncipe Carlos y Camila, la prensa británica baraja con la posibilidad de que el príncipe Andrés y su exmujer, Sarah Ferguson, además de sus dos hijas, las princesas Eugenia y Beatriz se unieran a la Reina. También se espera a los condes de Wessex con sus hijos, Lady Louise y el vizconde Severn. Por otro lado no se sabe dónde pasarán la Navidad los duques de Cambridge ya que su idea inicial era desplazarse hasta su casa de campo de Anmer Hall, pero quizá cambien a última hora para pasar más tiempo con la soberana de 95 años. A pesar de todos los inconvenientes no se descarta que la Reina pueda viajar a Sandringham en enero, donde, si sigue la costumbre permanecería hasta el 6 de febrero, coincidiendo con el aniversario de la muerte ded su padre, Jorge VI.
Estos cambios también harán que este año no se produzca la imagen de la Reina y de la Familia Real acudiendo al servicio religioso del día de Navidad en la iglesia de Santa María Magdalena de Sandringham. En su lugar, participará en una reducida ceremonia en el castillo de Windsor. A pesar de tantas cancelaciones seguramente este año sí que se mantenga la tradición de abrir los regalos el día de Nochebuena por la tarde, una costumbre alemana que aún conservan los Windsor.