Los duques de Cambridge vuelven a sorprender con su felicitación de Navidad al tiempo que descubren su viaje secreto a Jordania, el país en el que vivió Kate de niña (de 1984 a 1987), cuando su padre, Michael Middleton, trabajaba para British Airways en Amán. La imagen compartida por el Palacio de Kensington fue tomada a principios de este año, durante sus vacaciones, y contrasta enormemente con las Navidades inglesas. Los cinco, en el desierto, con un telón de fondo rocoso. El príncipe Guillermo, con pantalones cortos, aparece sentado en un puf dorado junto a una sonriente Kate, vestida a juego con el polo caqui del duque. A ambos lados de sus padres, sobre dos sillas para montar a camello, el príncipe George, de ocho años, con camiseta de camuflaje, y la princesa Charlotte, de seis, con un vestido azul a cuadros. En el centro, sobre una alfombra de piel, el príncipe Louis, de tres, también vestido de verano, en los mismos tonos que su hermana.
Kate empezó el año viajando a “su infancia” con su familia y lo está terminando como la reina de la Navidad inglesa. De rojo, con la misma sonrisa y como anfitriona del concierto de villancicos Together at Christmas, con el que dio el pistoletazo de salida a estas fiestas el día 8, aunque no será retransmitido hasta el día 24. A través de The Royal Foundation, la duquesa lo organizó todo, en la abadía de Westminster —coro y renos incluidos—, para reconocer el trabajo de las personas y organizaciones que triplicaron su esfuerzo durante la pandemia.
Kate, con un vestido de Catherine Walker y unos pendientes de la Reina madre, estuvo arropada por su marido, Guillermo; sus padres, Carole y Michael; sus hermanos, Pippa y James, que acudió con su mujer, Alizée Thevenet; las princesas Beatriz y Eugenia de York con sus respectivos maridos; la condesa de Wessex, y Zara y Mike Tindall.