Se acercan las esperadas fiestas navideñas, unos días en los que todos queremos compartir con nuestros allegados pero que, debido al aumento de contagios por la covid, son muchos los que han debido modificar sus planes para estas fechas. Este es el caso de Isabel II que este año ha decidido que no viajará a Sandrigham, residencia situada en Norfolk, al norte de Londres, donde tradicionalmente pasa estas vacaciones, sino que pasará la Navidad en el Palacio de Windsor por segundo año consecutivo, según fuentes de Palacio. Pero la Reina no pasará estos días en soledad ya que será visitada por su familia durante el periodo festivo y “se seguirán las pautas apropiadas”. La citada fuente asegura que la decisión de Isabel II fue "personal", tomada después de una "cuidadosa consideración" y se considera como una medida de precaución para protegerse del virus.
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- Isabel II reaparece con muy buen aspecto tras sus últimos problemas de salud
Con la intención de intentar mantener las tradicionales celebraciones navideñas, que se han celebrado en Sandringham desde 1988, la reina de Inglaterra no asistió este domingo a su habitual servicio religioso en el castillo de Windsor. El año pasado fue la primera Navidad en más de 30 años en la que la monarca no estuvo junto a su familia en la finca de Sandringham durante la Navidad, ya que pasó ese día junto a su marido, el príncipe Felipe, en Windsor, lugar donde ambos se protegieron durante el confinamiento impuesto por la pandemia. Unos días que seguro que la Reina recuerda de manera especial, no solo por las circunstancias en las que se produjeron debido al coronavirus, sino porque fue la última que pasó junto a su marido antes de su fallecimiento. Esta será la primera Navidad que Isabel II pase sin su esposo, Felipe de Edimburgo, que murió el pasado 9 de abril, por lo que la Familia Real quiere estar junto a ella para que no pase estas fechas sola y arroparla en unos días tan especiales en los que las ausencias se hacen aún más palpables.
Antes de que este lunes se anunciara la decisión de la Reina de quedarse en Londres, se había previsto que viajara a Sandringham este miércoles. Se esperaba también que el príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles, los duques de Cambridge con sus hijos, el príncipe Andrés y sus hijas Beatriz y Eugenia y la familia del príncipe Eduardo y Sophie Wessex también viajaran para unirse a la reina de Inglaterra en las festividades de esta semana. A primera hora del lunes, los medios informaban de que la Reina todavía estaba interesada en ir a su amada finca Sandringham, donde normalmente se queda hasta principios de febrero, particularmente porque pasó el año pasado en Windsor con la única compañía de su difunto esposo y este año quería pasar las fiestas con su familia al completo. Fuentes reales afirmaron que si bien hay "pesar por que se canceló, existe la creencia de que es lo correcto para todos los interesados".
En lugar de unirse a una congregación de alrededor de 200 personas en la Iglesia de Santa María Magdalena en Sandringham para el tradicional servicio del día de Navidad, se espera que la Reina asista a una celebración reducida en el Castillo de Windsor. Un hecho que se produce después de que la Reina "lamentablemente" anulara el tradicional almuerzo de la Familia Real previa a la Navidad en medio de los temores por Omicron, la nueva variante del coronavirus que se está extendiendo rápidamente por todo el mundo. Es el segundo año consecutivo en el que la Reina ha tenido que cancelar esta cita por las restricciones impuestas por la pandemia. Tradicionalmente, esta reunión de la Familia Real se lleva a cabo en el Palacio de Buckingham, pero la monarca lo había organizado para que se llevara a cabo en el Castillo de Windsor, ya que su residencia en Londres está siendo renovada.