La ausencia de la Reina de Inglaterra en el Día del Recuerdo, en memoria de los militares caídos durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, hizo saltar todas las alarmas. La soberana no pudo participar en el acto debido a un dolor de espalda. Sin embargo, poco después, reapareció en el castillo de Windsor, donde tuvo una audiencia en persona con el jefe del Estado Mayor de Defensa.
Ante la recuperación de la Reina, el príncipe Carlos de Inglaterra y su mujer, Camilla de Cornualles, continuaron con sus planes e iniciaron una gira por Oriente Medio que los ha llevado a Jordania y Egipto. A su llegada a Amán, el heredero al Trono británico y su mujer fueron recibidos en palacio por los Reyes Abdalá y Rania.
Al caer la tarde, los monarcas hachemitas ofrecieron una cena de gala. Rania deslumbró con un elegante caftán con ricos bordados en oro. Por su parte, Camilla también llevó un vestido tipo caftán, un diseño en color aguamarina con detalles de lentejuelas.