Quien pensara que la guerra que Meghan Markle mantiene con la prensa británica había llegado a su fin, estaba muy equivocado. Todo comenzó hace dos años, cuando la Duquesa de Sussex y su marido, el príncipe Harry, emprendieron acciones legales contra el grupo editorial Associated Newspapers Limited (al que pertenece el perdiódico The Mail On Sunday) por publicar la carta "personal y privada" que Meghan había escrito a su padre, Thomas Markle, después de su boda. El pasado mes de febrero, la justicia dio a la exprotagonista de la serie Suits una importante victoria, pero esta semana el caso ha dado un nuevo giro después de que Andrew Caldecott, representante legal del grupo ANL haya impugnado ante los Reales Tribunales de Justicia de Londres la condena que les impuso el juez alegando que es "manifiestamente excesiva y, en consecuencia, ilegal".
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Este martes 9 de noviembre ha comenzado una audiencia de apelación que se extenderá hasta el jueves y que podría acabar en un juicio en el que la propia duquesa de Sussex tendría que declarar ante el magistrado y responder a las preguntas de los abogados. Por el momento, ya se ha hecho pública la declaración de un primer testigo, Jason Knauf, el que fuera secretario de comunicación del Palacio de Kensington, que ha contado que, cuando Meghan vio la exposición pública a la que estaba sometiendo su padre, estudió diferentes opciones preocupándose "tanto por su bienestar como por su reputación", y pensó que comunicarse con él de forma escrita podría "convencerle de que dejara de dar entrevistas".
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"La Duquesa dijo que estaba escribiendo la carta, en parte, para que el Duque le demostrara a su familia que la pareja estaba tomando medidas para evitar que el Sr. Markle continuara interactuando con los medios de comunicación", ha contado Knauf, asegurando que: "Ella me pidió que revisara la carta, diciendo: 'Obviamente todo lo que he redactado es con el entendimiento de que podría filtrarse, así que he elegido las palabras meticulosamente".
Según su declaración, Meghan le preguntó si pensaba que era adecuado referirse a su padre como "papi", por si podía "tocar fibras sensibles" si la carta salía a la luz. "Ella terminó cada hoja con una frase a medias a propósito, para que ninguna página pudiera publicarse falsamente como si fuera el final de la carta (...) En el caso de que se filtrara, ella quería que se publicara la narrativa completa, tal y como está en la carta". El que fuera secretario de comunicación del Palacio de Kensington también ha contado que la mujer del príncipe Harry le dijo que se sentía "fantástica" después de escribir la carta y añadió: 'Si él lo filtra, en su conciencia queda, pero al menos el mundo sabrá la verdad. Son palabras que nunca podría expresar públicamente'".
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Su reaparición en la televisión
Al revuelo mediático en el que se ha visto envuelta esta semana hay que sumar su reparición en televisión. La Duquesa acudió como invitada al evento 'DealBook', organizado por The New York Times y participó en un panel llamado 'Minding the Gap' sobre la diferencia salarial de género. Durante la charla, Meghan hizo referencia al caso asegurando que: "En términos de apelación, gané el caso. Se produjo cuando cuando no tenía hijos, ahora tengo dos hijos, como todos saben, así que es un proceso difícil". La mujer del príncipe Harry insistió en que "soy yo la que defiende lo que es correcto" y dijo que "no importa lo difícil que sea, tú sabes la diferencia entre el bien y el mal. Debes defender lo que es correcto, y eso es lo que estoy haciendo".