Los habitantes y viandantes que paseaban por Blackpool, Inglaterra, se han quedado este jueves muy sorprendidos al ver pasar en carruaje por su paseo marítimo a la reina Isabel II. Un hecho que se tornaba complicado teniendo en cuenta que la soberana se encontraba en Gales en la apertura del Sixth Senedd, por lo que rápidamente han surgido las dudas de si realmente sería ella. Pronto se ha desvelado la incógnita. No era la monarca en carne y hueso sino su nueva figura de cera, pero eso no les hacía salir de su asombro ya que la réplica posee un realismo tan extremo que parecía la de verdad. La nueva imagen de la Reina ha tomado vida hoy por las calles de la ciudad montada en un coche de caballos. La estatua de Isabel II, de 95 años, se ha inaugurado en el Museo Madame Tussauds de la localidad, donde la soberana se unirá a los modelos ya existentes del príncipe Guillermo y la duquesa de Cambridge.
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Esta figura de Isabel II remplazará a la que se encargó en el año 2012 en honor al Jubileo de Diamante de la Reina, el evento que marcó el 60º aniversario de su acceso al trono. "Estamos encantados de tener la nueva figura de la Reina con nosotros", ha declarado el gerente general de Madame Tussauds Blackpool, Stuart Jarman. "Ella es una atracción extremadamente popular aquí y una que los visitantes, jóvenes y mayores, siempre quieren ver durante su visita", ha afirmado. Esta nueva imagen ha sido creada para conmemorar el próximo Jubileo de Platino de la monarca que se celebrará en 2022. Durante su larga vida se han creado 23 esculturas de cera de ella, la primera en 1928 cuando contaba con tan solo 2 años de edad.
“Nunca habíamos tenido un personaje que hiciera una entrada tan dramática, pero si tal extravagancia iba a suceder para alguien, por supuesto, tenía que ser para Su Majestad”, ha continuado Jarman. En el museo, la Reina estará sentada en una recreación de un salón del palacio real y no se incorporará sola al museo. Como es conocido su amor por los corgis, su raza de perro favorita, se ha creado uno que aparecerá junto a ella y que ha hecho un pequeño 'desastre' en la alfombra real… por suerte, falso.
La imagen de Isabel II está vestida con un dos piezas en rosa claro, uno de sus colores pastel tan característicos, la chaqueta con grandes botones forrados de la misma tela y la falda con un pequeño detalle plisado en el lateral. La mirada de la figura de la monarca están tan lograda y tiene tanta expresividad que parece estar dotada de vida, un trabajo nada fácil de conseguir. Los ojos están pintados a mano y cada pequeño detalle se duplica, incluido el uso de finos hilos de seda roja como las venas en el blanco de los ojos. El proceso incluye 350 horas para esculpir la estatua, 187 horas para implantar el cabello y 30 horas para hacer una dentadura. Aproximadamente 150 kg de arcilla se utilizan para crear todas y cada una de las figuras, un laborioso trabajo que lleva una media de 800 horas.
Isabel II, la de carne y hueso, ha visitado este miércoles Cardiff para inaugurar la última sesión del Senedd, o Parlamento de Gales, acompañada por su hijo, el príncipe Carlos, y la duquesa de Cornualles. Tras ser recibida con una salva de 21 disparos, expresó su "placer" porque el príncipe Guillermo y Kate Middleton, así como el príncipe Carlos y Camilla, hubieran vivido en el país. La Reina ha lucido un abrigo rosa de Stewart Parvin adornado con un broche de narciso galés, la flor nacional de Gales, y un sombrero de Rachel Trevor-Morgan. Un look muy similar al que porta su imagen en cera y es que, salvo por el sombrero, es tal su expresividad que es difícil distinguir cuál es la real y cuál la pieza de museo.