A sus 95 años, Isabel II da muestras de una fortaleza y una salud de hierro. Mientras muchos monarcas, más jóvenes que ella, ya han cedido el trono a sus herederos, para ella la abdicación no es un asunto que esté encima de la mesa a pesar de su avanzada edad. Por eso ha sorprendido verla este martes en la Abadía de Westminster caminando con un bastón. Es la primera vez en 17 años que se deja ver en un acto público con esta ayuda. A pesar de ello, ha seguido llevando sus zapatos negros de tacón medio, su aspecto era inmejorable y no se notaba nada diferente en su manera de caminar. La Reina podría haber optado por agarrar del brazo a su hija Ana, que la acompañó al servicio religioso para conmemorar el centenario de la Legión Real Británica, pero prefirió no tener que recurrir a ella. Ante esta estampa son muchos los que han especulado con un posible percance o alguna enfermedad, pero todo indica que lo ha llevado para su comodidad, aunque el Palacio de Buckingham ha declinado hacer comentarios al respecto.
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Isabel II es la patrona de la organización benéfica de las Fuerzas Armadas y llegó con su hija, la princesa Ana, de 71 años. Fue al bajar del coche, cuando su hija le dio el bastón. Para esta ocasión eligió un abrigo en color azul con sombrero a juego. Completó el conjunto con un broche de estilo ruso de la reina María con zafiro. La pieza fue un regalo de la emperatriz Marie Feodorovna a la Reina como regalo de bodas en 1893. La monarca lo heredó de su abuela en 1953. Por su parte, Ana de Inglaterra llevó un estilismo parecido al de su madre, pero en color morado. En lugar de entrar por la puerta Great West de la Abadía, lo hicieron por la entrada de Poet’s Yard, un atajo más corto hasta el asiento que tenía que ocupar dentro del edificio.
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El bastón que la Reina ha usado consta de empuñadura de gatillo, plegable y lleva un cordón para la muñeca, de estilo “más deportivo” que los tradicionales según ha indicado Paul Simmonds, propietario de la empresa Walking Sticks al Daily Mail. “Tiene un agarre inusual, pero parece cómodo”. Es precisamente la comodidad y evitar un mal paso o una caída lo que podría haberla llevado a usar bastón ya que elsuelo de la entrada de la Abadía de Westminster está empedrado y es desigual. La Casa Real no lo ha aclarado si obedece a alguna razón médica. A pesar de superar los noventa años, rara vez se ha visto a la madre del príncipe Carlos llevando este tipo de ayuda. La última vez que fue fotografiada con uno de ellos fue en 2003 y 2004 a raíz de una operación de rodilla. En esos años se la vio con un bastón a la salida del hospital tras la cirugía, en una misa en la iglesia de Sandringham y en otro acto, también en su propiedad de Norfolk.
Hace cuatro meses, la abuela del príncipe Guillermo cumplió 95 años, marcados por la triste pérdida de su marido, el príncipe Felipe de Edimburgo, que falleció el pasado abril a los 99 años, más en forma que nunca participando en los actos de la cumbre del G-7 y un encuentro con Joe Biden y su mujer, donde la monarca volvió a dar muestras de su gran diplomacia y cumplió con todos los actos de la frenética agenda que mantuvo durante los tres intensos días que duró este encuentro político, económico y militar de los países más avanzados del mundo.