El príncipe Andrés ha conseguido un respiro judicial. Scotland Yard ha decidido no investigarle más en relación a su implicación en el caso Epstein. Esta buena noticia para el duque de York se produce después de que la Policía de Londres haya revisado varios documentos a petición de Virginia Giuffre, quien ha tomado acciones legales contra el hijo de Isabel II tras alegar que se vio obligada a mantener relaciones con el Príncipe cuando tenía 17 años, dentro de la red de tráfico sexual del magnate estadounidense. A pesar del sobreseimiento, el exmarido de Sarah Ferguson, de 61 años, aún se enfrenta a una demanda civil en Estados Unidos. Andrés de Inglaterra siempre ha negado rotundamente las acusaciones y su equipo legal, que recientemente ha sido ampliado, está tratando que la causa se desestime al otro lado del océano.
La demanda en cuestión acusa al príncipe Andrés de abusar sexualmente de Virginia Giuffre en la casa de la socialité Ghislaine Maxwell en Londres y en las propiedades de Epstein en Nueva York y en Little St James, su isla privada del Caribe. Por su parte, Andrés de Inglaterra ha insistido que “no recuerda” haber conocido a Virginia y ha negado repetidamente los hechos. El escándalo hizo que anunciara su retira de la vida pública en noviembre de hace dos años después de conceder una entrevista en la BBC en la que intentó, sin éxito, arrojar luz acerca de su amistad con Epstein.
- El príncipe Andrés, a punto de vender el chalé de la discordia
Ahora, el padre de Beatriz y Eugenia de York trabaja en la causa que tiene abierta en Nueva York y cuya audiencia preliminar tendrá lugar el mes que viene. Para ello se ha afanado en contar con los mejores abogados y recientemente ha contratado a Melissa Lerner, una letrada del despacho Lavely & Singer de Los Ángeles, especializado en tratar los asuntos más espinosos de las celebrities de Hollywood. Su equipo legal quiere que se desestime el caso, pero ya han anunciado que se enfrentarán a las acusaciones de manera pormenorizada si se permite que la querella prospere. La acusación también alega que Virgina Giuffre ha sufrido “una gran angustia y daño emocional y psicológico” y reclama daños que podrían ascender a millones de euros en caso de que la Justicia le de la razón. Mantiene que el tercer hijo de la Reina sabía que era víctima de tráfico sexual por parte de Epstein y que también era conocedor de que era menor de edad. Asegura, según su testimonio, que fue “obligada por amenazas expresas o implícitas por parte de Epstein, Maxwell y el príncipe Andrés" y que y temía por su vida.
Lo que sí parece claro, independientemente de los derroteros legales por los que discurra el caso, es que su vuelta a la vida institucional está casi descartada. Sus hermanos, con el príncipe Carlos a la cabeza, consideran imposible que vuelva a tener funciones para la Corona, según The Sun on Sunday y el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono, le habría calificado de “amenaza” para el futuro de la monarquía, apunta una fuente a The Sunday Times.