El testamento del duque de Edimburgo no se hará público y permanecerá en secreto durante al menos 90 años con el fin de proteger la “dignidad y la posición” de la reina Isabel II y otros miembros de la Familia Real inglesa, tal y como ha decretado el tribunal. Ha sido una costumbre durante más de un siglo que, tras el fallecimiento de uno de los miembros de la Familia Real, los tribunales sellen sus últimas voluntades. Esto supone que no se hará público como ocurre con el resto de testamentos que en Gran Bretaña son documentos públicos. Así lo ha explicado el juez Andrew McFarlane que, como presidente del juzgado de familia del Tribunal Superior, es el encargado de custodiar treinta sobres, cada uno con el testamento sellado de algunos de los miembros de la Familia Real fallecidos.
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Explicó que se debe “mejorar la protección que se brinda a los aspectos privados de la vida de este grupo limitado de personas a fin de mantener la dignidad de la soberana y los miembros cercanos de su familia”. El magistrado añadió que él no conoce el contenido del testamento y que solo sabe la fecha en la que se ejecutará y la identidad de quién ha sido designado para hacerlo. La audiencia en la que se estudió la posibilidad de sellar el testamento se celebró también de manera privada el pasado julio (es ahora cuando el juez ha manifestado su decisión) pues, según McFarlane, así se evitaron conjeturas al respecto. “Acepto la premisa de que, aunque existe la curiosidad por saber las decisiones que un miembro de la Familia Real ha tomado en su testamento, no tiene interés público que la gente conozca su información privada” aclaró.
¿Se conocerán los documentos tras ese tiempo?
Explicó además que el primer testamento que se selló en un juzgado fue el del príncipe Francis de Teck, el hermano menor de la reina Mary, que falleció en 1910. Entre los documentos que custodia están los testamentos de la reina madre y la princesa Margarita, la hermana de la reina Isabel, que falleció en 2002. El magistrado comentó que después de esos 90 años es cuando se puede decidir si se hacen públicos los documentos o parte de ellos, aunque apunta que algunos nunca se conocerán. Esta costumbre de mantener selladas las últimas voluntades de los miembros de la familia no se cumplió sin embargo con la princesa Diana de Gales, cuyo testamento sí se hizo público tras su fallecimiento en 1997.
El príncipe Felipe de Edimburgo falleció el pasado 9 de abril de 2021 a la edad de 99 años. Dentro de apenas unos días, el próximo 22 de septiembre, se emitirá un documental en su memoria que incluirá vídeos familiares nunca vistos, vídeos caseros que muestran los recuerdos de la reina Isabel con su esposo y sus hijos Carlos, Ana, Andrés y Eduardo. Con el título Prince Philip: The Royal Family Remembers, se emitirá en BBC One y mostrará el lado más personal del duque, haciendo asados, de vacaciones o jugando con sus hijos cuando eran pequeños. Los príncipes Guillermo y Harry han participado también en este homenaje recordando las anécdotas que vivieron con su abuelo, que murió apenas unos días antes de cumplir 100 años.