No es habitual, pero siempre que ocurre se convierte en un evento lleno de expectación. El próximo 14 de septiembre una de las joyas que perteneció a la Familia Real británica será subastada y cualquiera podría hacerse con ella. Se trata de una pulsera de Cartier de estilo art déco que luce en uno de sus retratos oficiales, el de su decimonoveno cumpleaños que tomó Cecil Beaton. La casa londinense Dix Nonnan Webb la subasta ahora, señalando que es de perlas cultivadas y diamantes y que está datada en 1925 aproximadamente, además de incluir que perteneció a la princesa Margarita, condesa de Snowdon y hermana de la reina Isabel II de Inglaterra.
- La princesa Margarita, la hermana querida
La joya, que viene con certificado y estuche, está formada por una doble fila de perlas intercaladas en una de diamantes y se cierra en una abertura geométrica montada en platino. Grabado sobre el metal precioso está el monograma de la princesa Margarita, que incluye una M y una corona, además de otras iniciales que indican detalles técnicos de la pieza. El certificado está sellado por el Palacio de Kensington en 2006, constantando de dónde proviene y que fue vendido en la casa Christie's ese mismo año. La hermana de la reina Isabel llevó esta pulsera en muchas ocasiones en los años 50 y 60 y la lució en el retrato oficial de su diecinueve cumpleaños.
- La cariñosa manera en la que la princesa Margarita definía a su hermana, la reina Isabel II
"Estamos encantados de poder vender esta exquisita pulsera art déco de diamantes y perlas cultivadas que pertenecía a la princesa Maragrita", ha asegurado Frances Noble, jefa de joyería y directora asociada de Dix Noonan Webb. "Es una oportunidad poco habitual de adquirir una pieza muy personal de la historia royal, con una procedencia impecable", añade. Está por ver si la pieza alcanza las cifras a las que llegó hace quince años, pero desde luego no estará al alcance de todos los bolsillos.
Su valor está estimado en 47.000 euros, aunque se espere que alcance un precio mucho mayor, ya que en 2006, la última vez que estuvo a la venta, alcanzó un precio de 85.000. En aquella ocasión unas 200 piezas de la fallecida hermana de la reina Isabel II fueron puestas a la venta y se alcanzaron unas cifras muy superiores a las vaticinadas. Según aseguró a EFE un portavoz de Christie's, la organizadora de la subasta en aquel momento, fue una "locura". Las joyas se ofrecieron al mejor postor a petición de los dos hijos de Margarita, que había fallecido en 2002. El vizconde David Linley y Lady Sarah Chatto se lanzaron a la mayor subasta de pertenencias de la realeza británica celebrada en veinte años porque lo recaudado iba a destinarse a pagar los elevados impuestos al patrimonio heredado, que se cifraron en el momento en 5 millones de euros. La estrella entonces fue la "tiara de Poltimore", con la que la Princesa había posado en esa conocida fotografía en una bañera, una escena que recientemente recrearon en The Crown.