Hace ya tiempo que sonaban campanas de boda para Lady Kitty Spencer y tal vez falte muy poco para que repiquen finalmente. La sobrina de Diana de Gales podría estar a punto de dar el 'sí quiero' al magnate de la moda Michael Lewis en un romántico enclave de Italia, según apunta HELLO!. Sabemos que la modelo se encuentra en el país de los Apeninos, donde ha compartido algunas fotografías con amigas los últimos días. Ya en esas imágenes se podían apreciar elementos que hacen pensar que tal vez estuviese despidiendo su soltería. Además, la revista británica se hace eco también de algunos comentarios muy reveladores que le han hecho en su perfil público.
Kitty Spencer impacta con un vestido ultraceñido y un accesorio muy revelador
"Bride" (Novia), se podía leer en una horquilla con la que se recogía el pelo durante estos días que ha pasado acompañada de sus amigas en Florencia. Por otra parte, el entusiasmo de algunos de sus amigos al comentar las fotos parecen indicar que el colofón a estos días de diversión no ha llegado todavía. "Te deseo todo lo mejor", "El mejor fin de semana celebrando contigo" o "Estoy emocionada. Nos vemos muy pronto", son algunas de las respuestas de sus seguidores. Además, su amiga, la modelo holandesa Marpessa Hennink, ha compartido un selfie con Kitty en el que escribe: "Equipo de la novia. Por fin va a ocurrir". Otro buen amigo, ha etiquetado a la sobrina de Diana de Gales sobre la imagen de un restaurante de Roma con la frase: "Y así comienza...". ¿Será la ciudad eterna el escenario del enlace?
La pareja no ha confirmado aún que tenga planes de boda, ya que siempre han llevado su relación con absoluta discreción, pero no sería de extrañar que se hubiesen decicido a dar este paso después de más de dos años juntos. Los rumores de su romance surgieron por primera vez en agosto de 2018. Sin embargo, la pareja logró mantener lo suyo en secreto hasta un año después, cuando fueron fotografiados saliendo juntos de un hotel de Nueva York. Más tarde, fueron vistos en unas vacaciones en St. Tropez en agosto, donde fueron fotografiados de la mano en la playa. Desde entonces, han llevado su historia de amor alejados de los focos y, aunque eran muchas las cosas que les separaban, empezando por la diferencia de edad -ella tiene 30 años y él 62-, su historia no ha hecho más que consolidarse. También la religión era otra de las brechas, nunca insalvables, que impedía una boda religiosa. Michael Lewis es judío de firmes convicciones, mientras que los Spencer profesan la religión anglicana, la misma iglesia de la que algún día está llamado a ser jefe, el primo de Kitty, Guillermo de Inglaterra. Sin embargo, según informó The Times, la joven no ha dudado en convertirse al judaísmo para poder casarse por este ritual.
Michael Lewis es un empresario sudafricano que posee una fortuna estimada de 94 millones de euros. Es director de la empresa textil Foschini Ltd y fundador de una empresa de biotecnología en Israel. Además, tiene tres hijos, ya adultos, fruto de un matrimonio anterior. Si algo tiene en común la pareja es Sudáfrica, la tierra en la que nació el magnate y en la que creció Kitty Spencer junto a su madre Victoria Aitken, y sus hermanos, Louis, de 27 años, y las gemelas Amelia y Eliza, de 20. Además, tiene otro hermano por parte de madre, Samuel Aitken, de 18 años, y tres por parte de padre, Edmund, de 17, y Lara Caroline, de 15, fruto del matrimonio del conde Spencer con Caroline Freud, y la benjamina, Charlotte Diana, de 9 años, con su actual mujer Karen Gordon.