Sin duda, si Diana viviera, la evidente frialdad y distancia que existe entre sus hijos desde que Harry se apartó de la vida real sería un asunto que le apenaría.
Crecieron juntos, pero cada uno asimiló de manera diferente ciertos aspectos, como los que el duque de Sussex desveló durante la entrevista que él y Meghan concedieron a Oprah Winfrey en la reciente primavera: “Amo a Guillermo con el alma, es mi hermano, hemos pasado juntos por un infierno, hemos compartido experiencia, pero seguíamos caminos diferentes”.
Son palabras reveladoras. En efecto, Harry y su hermano siempre fueron distintos. Pero es mucho más grande lo que los une que cualquier cosa que pudiera separarlos. Para empezar, son las únicas personas en el mundo que saben lo que fue tener a Diana como madre y luego perderla. Y ambos están apasionadamente decididos a honrar su memoria.
La conmemoración del 60º cumpleaños de la princesa “bien podría ser el motivo perfecto para la reconciliación ”, dice a ¡HOLA! el antiguo guardaespaldas de la princesa, Ken Wharfe, testigo del fuerte vínculo que existió entre los chicos mientras crecían. “Si una amistad es buena, creo firmemente en que puede renovarse”, comenta. Los primeros pasos fueron evidentes cuando los hermanos se encontraron y conversaron en el funeral del duque de Edimburgo. Verlos juntos en Windsor hacía recordar los viejos tiempos. Diana quería que sus hijos se apoyaran en todo lo que la vida les presentara, y así fue, juntos sobrevivieron a su pérdida. Mientras se preparan para homenajear a su madre en este año tan especial, el mundo espera ver si ese vínculo fraternal perdura.