El hipódromo de Ascot ha recuperado su brillo con la ayuda de la Familia Real británica. Tras casi dos años, los Windsor han regresado a uno de sus eventos ecuestres preferidos y han ejercido de anfitriones de uno de los acontecimientos deportivos —y sociales— más importantes de Inglaterra. El príncipe Carlos y su mujer, Camilla, asistieron al primer día de la competición y entregaron el premio principal de la jornada. La princesa Ana, gran amante de los caballos, tampoco se perdió la cita. La hija de la Reina coincidió con Tom Parker Bowles, amor de juventud suyo y exmarido de la duquesa de Cornualles.
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Sofía de Wessex, mujer del príncipe Eduardo y gran confidente de Isabel II, cobra cada vez más protagonismo dentro de la Familia Real y ha sido una de las protagonistas del torneo. La condesa deslumbró con su pamela de plumas. Su aparición ha coincidido con una entrevista a la BBC en la que rompió a llorar y desveló su estrecho vínculo con su suegro, el duque de Edimburgo, que acaba de fallecer.
Ascot también ha reunido a las nuevas generaciones de los Windsor. Zara Phillips, hija de la princesa Ana, reapareció tras ser madre por tercera vez. El hermano de Zara, Peter, que acaba de divorciarse, se mostró muy sonriente en compañía de la reportera Natalie Pinkham, exnovia del príncipe Harry.