El 1 de julio todos los ojos estarán puestos de nuevo en Guillermo y Harry de Inglaterra. Los dos hermanos volverán a verse para homenajear a su madre, Diana de Gales, en los jardines de Kensington. La cuenta atrás para dicho encuentro ya ha comenzado y Harry, que vive en California con Meghan Markle y sus dos hijos, Archie, de dos años, y la recién nacida Lilibet Diana, podría volar en las próximas horas a Londres para cumplir con la cuarentena de diez días establecida por Reino Unido, y llegar a tiempo a su próxima cita familiar.
El aislamiento preventivo lo llevaría a cabo en Frogmore Cottage, como ya hizo en abril para asistir al funeral de su abuelo, el duque de Edimburgo. Allí vive ahora la princesa Eugenia y su familia y según publica el diario The Sun, la casa ha sido dividida en dos partes para que la llegada de Harry, en estos tiempos de Covid, sea lo más segura posible para todos. El hijo pequeño de Carlos de Inglaterra está a punto de regresar a la casa que su abuela, la reina Isabel, le regaló por su boda, una propiedad que abandonó cuando decidió dejar sus compromisos institucionales para iniciar una nueva vida en Estados Unidos, previo paso por Canadá, con Meghan Markle. A pesar de todo, Frogmore Cottage siempre será su residencia oficial en Reino Unido y ya está todo preparado para su próxima estancia.
Aunque el regreso de Harry podría ser inminente, el diario británico Daily Mail señala que podría reducir su cuarentena si se acoge al régimen Test-to-Release y se hace otra prueba Covid al quinto día de su llegada. Sea como fuere, el duque de Sussex vuelve a Reino Unido sin dejar de lado la polémica.
Pero aquellas imágenes no eran las de la reconciliación. Según la prensa británica, los hermanos siguen enfrentados desde la controvertida entrevista con Oprah Winfrey en la que los duques de Sussex hablaron abiertamente sobre las razones de su distanciamento de los Windsor y dieron detalles sobre su vida en Palacio: choques familiares, supuestas muestras de racismo y extema soledad, que habrían acabado por poner en peligro la salud mental de Meghan, según confesó ella misma. "Harry y Guillermo solo se han comunicado por mensaje de texto desde el funeral de su abuelo. No ha habido chats personales ni charlas, solo un intercambio muy breve y mínimo de mensajes de textos. La relación todavía es muy tensa. Todavía no hay señales de que haya algún tipo de acercamiento a corto plazo", ha señalado una fuente a The Sun.
A pesar de sus diferencias, el duque de Cambridge y el de Sussex se olvidarán por unas horas de sus rencillas para honrar la memoria de su madre. El próximo 1 de julio, coincidiendo con el que hubiera sido el 60 cumpleaños de Diana de Gales, Guillermo y Harry descubrirán una estatua en el Jardín Hundido del palacio de Kensington en honor a la princesa, fallecida en un accidente de tráfico en París en agosto de 1997.