Peter y Autumn Phillips han hecho público un comunicado en el que dan a conocer que han alcanzado por fin un acuerdo de divorcio un año después de anunciar su separación hace más de un año. Los detalles de dicha negociación no han transcendido, pero sí que especifican que han tenido muy presente el bienestar de sus dos hijas en las decisiones que han tomado y que estas negociaciones han sido ratificadas en el juzgado. El documento señala lo siguiente:
“El señor Peter Phillips y la señora Autumn Phillis están encantados de anunciar que han llegado a un acuerdo acerca de los asuntos financieros en su proceso de divorcio, cuyos términos han sido aprobados por el tribunal. Aunque es un día triste para Peter y Autumn, su prioridad seguirá siendo el bienestar y la educación de sus maravillosas hijas, Savannah e Isla. Los dos están satisfechos de haber resuelto las cosas de manera amistosa, unas decisiones que han tomado teniendo muy presentes a sus hijas. Peter y Autumn solicitan privacidad y respeto para sus niñas mientras la familia se adapta a este nuevo capítulo de su vida”.
Doce años de unión
El nieto mayor de Isabel II y su mujer anunciaron a principios de 2020 su separación después de doce años de matrimonio y dos hijas en común, aunque llevaban haciendo vidas separadas desde finales de 2019. No obstante, siguieron viviendo en la misma propiedad (en distintas zonas de la casa), la finca de Gatcombe Park de la princesa Ana en Gloucestershire, durante meses, una decisión tras la que estaría su deseo de proteger a sus dos hijas, Savannah, de nueve años, e Isla, de siete. La ya expareja se casó el 17 de mayo de 2008 en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, el mismo escenario que acogió las bodas religiosas del príncipe Carlos y la duquesa de Cornualles, los condes de Wessex, los duques de Sussex y el enlace de la propia Eugenia de York con Jack Brooksbank.
El nieto de la Reina ha estado en los últimos meses en el punto de mira tras realizar un viaje de más de 700 kilómetros en pleno confinamiento. Al parecer se habría desplazado hasta Escocia para alojarse en la residencia de Lindsay Wallace, antigua compañera y amiga de su hermana, Zara Tindall. A pesar de que numerosos vecinos contactaron con la polícia al apreciar la presencia de un coche desconocido en la población de St. Cyrus, fueron los miembros de las autoridades los que confirmaron que el nieto de Isabel II no había cometido ningún incumplimiento de la legislación vigente en aquel instante.