El acercamiento entre los duques de Sussex y el resto de miembros de la Familia Real podría estar cada vez más próximo después de los últimos contactos y ofrecimientos por parte de ambas partes. El nacimiento de Lilibet Diana ha sido un punto clave para suavizar posturas. De hecho, Isabel II ya conoce a su bisnieta después de que el príncipe Harry y Meghan Markle se la presentaran a través de una videollamada, tal y como informa la revista People. Según fuentes cercanas a la pareja, los Duques estaban tan emocionados ante el nacimiento de su segunda hija que, nada más abandonar el Santa Bárbara Cottage Hospital y llegar a su residencia en Montecito, llamaron a la monarca para que tuviera la oportunidad de conocer a la pequeña, por lo que fue uno de los primeros miembros de la familia en hacerlo.
La Reina ya mostró su alegría por el nacimiento de Lilibet a través de un comunicado oficial del Palacio de Buckingham en el que enviaba una bonita felicitación a los duques de Sussex. Pero no solo ella ha demostrado públicamente su felicidad ante la buena noticia. Este martes, el príncipe Carlos, ha acudido a la ciudad de Oxford para visitar la fábrica automovilística Mini y ha dado un discurso acerca de las tecnologías sostenibles, en el que ha tenido muy presente al nuevo miembro de la familia. "Es vital mantener la salud de nuestro mundo para las generaciones futuras, algo de lo que soy muy consciente hoy, tras haberme convertido recientemente en abuelo por quinta vez", destacaba con orgullo el hijo mayor de la reina Isabel II, a lo que añadía que se trata de "una noticia muy alegre".
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Una invitación conciliadora
Estos granitos de arena en la ansiada paz se sumarían al reciente ofrecimiento que la monarca ha hecho a su nieto. El príncipe Harry tiene previsto regresar a Inglaterra el próximo mes de julio para la inauguración de una estatua en memoria de su madre, Diana de Gales, que se colocará en los jardines de Kensington Palace, y es entonces cuando se reencontrará de nuevo con su familia. Dado que su relación no es la mejor tras las sucesivas y controvertidas declaraciones del hijo del príncipe Carlos, estos encuentros son una oportunidad para acercar posturas y eso parece ser lo que ha pensado la reina Isabel II. Según informa el Daily Mail, la Monarca habría invitado a su nieto a un almuerzo en el palacio de Windsor, una ocasión en la que podrían verse a solas y hablar. Sería el primero en privado que abuela y nieto mantendrían tras el conocido como Megxit, hace más de un año.
En dicha reunión podrían tratar lo ocurrido en estos últimos meses, con la calma que da el paso del tiempo y tras el duro golpe que supuso la muerte del duque de Edimburgo, el pasado mes de abril. En el entierro del duque, al que por supuesto no faltó su nieto Harry, se habría producido un primer acercamiento (se le vio conversando con su hermano Guillermo, por ejemplo), por lo que esta nueva visita sería la ocasión perfecta para reforzarlo. Además podrán celebrar la llegada al mundo de Lilibet Diana, un bebé que ha llenado de alegría a la Reina, que siempre ha tenido una especial relación con su nieto y su nuera Meghan. Así lo aseguraba la duquesa de Sussex que ha calificado a Isabel II de “cálida y acogedora”. “Siempre ha sido maravillosa conmigo y siempre me ha gustado estar con ella", contó Meghan en la controvertida entrevista con Oprah Winfrey. Harry, por su parte, destacó entonces la buena relación que mantiene con su abuela: "La respeto enormemente".
La Reina también manifestó una actitud conciliadora con la pareja después de la entrevista con Oprah Winfrey el pasado mes de marzo. “Toda la familia está apenada al conocer hasta qué punto han sido difíciles los últimos años para Harry y Meghan. Los temas que se han tratado, sobre todo en el aspecto racial, son preocupantes. A pesar de que algunos recuerdos de lo ocurrido pueden variar, se toman muy en serio y se tratarán de manera privada por la familia. Harry, Meghan y Archie siempre serán miembros muy queridos de la familia" señalaba el comunicado enviado por Buckingham poco después de la intervención televisiva de su nieto.
Vuelve tras ser padre por segunda vez
Harry volará al Reino Unido, previsiblemente, solo, sin Meghan, pues su pequeña tendrá entonces apenas un mes. La niña nació en un hospital de Santa Bárbara, California, el pasado cuatro de junio, buena nueva que los duques de Sussex anunciaron en un comunicado publicado en la página web de su fundación Archewell. Añadían al anuncio un mensaje personal en el que expresaban su agradecimiento y reflejaban sus sentimientos en este momento tan significativo. “El cuatro de junio fuimos bendecidos con la llegada al mundo de nuestra hija, Lili. Ella es más de lo que podríamos imaginar, y estamos agradecidos por el amor y las oraciones que hemos sentido de parte de todo el mundo. Gracias por vuestra continua bondad y apoyo durante este momento muy especial para nuestra familia”.
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El nombre elegido para el bebé está marcado por los homenajes familiares a su bisabuela y su abuela. Lilibet es como llaman cariñosamente a lsabel II y su segundo nombre hace referencia, como no, a su abuela, Diana de Gales, fallecida en París en 1997. Es precisamente el recuerdo de su madre el que estará muy presente en la inauguración de la antes mencionada estatua, que se espera sea el 1 de julio. En lo referente a Diana de Gales los hermanos se manifiestan unidos, sin fisuras, como ya hicieron al dar su permiso para exponer el vestido de novia de Diana (la primera vez que se puede ver en los últimos 25 años). Habrá que ver si es este nuevo encuentro el que trae el fin definitivo de las tensiones familiares.