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Un 29 de abril de 2011 los duques de Cambridge consagraban su amor en el altar de la Abadía de Westminster. Una década después, el príncipe Guillermo y Kate Middleton han querido compartir unas preciosas imágenes para conmemorar su aniversario de boda. Dos fotografías que se han publicado desde su cuenta oficial en las que se aprecia la estupenda sintonía y la enorme complicidad que sigue existiendo a día de hoy entre ellos. Ambos posaron esta semana en el jardín de su residencia en el Palacio de Kensington para protagonizar una magnífica estampa en la que aparecen muy sonrientes y abrazados. En la primera imagen, el príncipe Guillermo abraza a Kate Middleton, de pie a la entrada de su hogar, mientras ella apoya su cabeza en el pecho de su marido. El gesto en sus rostros hace evidente lo cómodos que se sienten y la diversión de la que disfrutan durante esta sesión fotográfica. Uno de los detalles más importantes, y que el matrimonio quiere destacar a través de estas imágenes, es el anillo de compromiso que el príncipe Harry le regaló a su hermano y que fue de la princesa Diana.
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En la siguiente imagen, la pareja se muestra un poco más relajada sentados sobre un pequeño tronco de su jardín. Ya han demostrado la gran conexión que sienten con la naturaleza y como les gusta pasar tiempo al aire libre, disfrutando de actividades rurales. Esta fotografía refleja a la perfección la personalidad de la pareja y en la que vuelven a mostrar gestos de cariño al pasar, el príncipe Guillermo, su brazo por detrás de Kate Middleton y esta le agarra su mano, dejando en primer plano, nuevamente, su anillo de compromiso al que se suma la alianza de su boda, la cual fue un regalo de la reina Isabel II. Los duques de Cambridge elegían el color azul como protagonista de este posado en el que su indumentaria refleja naturalidad y frescura. El hijo del príncipe Carlos vestía, como es habitual, con un jersey azul grisaceo debajo del cual se vislumbra una camisa en un tono y tejido que imita al vaquero. Kate, por su parte, escogía un bonito vestido floral de la marca británica Ghost y que ya había llevado anteriormente en su viaje a Pakistán en 2019. La prenda, de seda de gasa se caracteriza por su fluidez y vaporosidad, ideal para el final de la primavera en el Reino Unido. Una imagen llena de simbolismo con la que la pareja empieza una nueva etapa en sus vidas personales, como matrimonio consagrado, y también en el panorama público.
A prueba de golpes
Los duques de Cambridge conmemoran así una década en la que ha reinado su amor, su apoyo incondicional y su gran labor en la Corona británica, manteniéndose siempre al lado y leales a la reina Isabel II. La pareja se ha convertido en uno de los cimientos más fuertes de la monarquía inglesa ya que se han mantenido unidos frente a los numerosos conflictos a los que han tenido que enfrentarse, siempre juntos. La salida del príncipe Harry y Meghan Markle supuso un duro varapalo para la Institución y también a nivel personal, ya que la duquesa de Sussex confesó haber tenido un enfrentamiento con Kate Middleton, la cual la hizo llorar. Además, se produjeron acusaciones de racismo en la familia y el distanciamiento entre los hermanos se hizo mayor. Aun así, la mujer del príncipe Guillermo se ha mantenido siempre al lado de su marido e incluso ha propiciado el último acercamiento entre ellos, que tuvo lugar en el funeral del duque de Edimburgo.
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El nuevo rol de la pareja
La pareja se ha consagrado como los perfectos herederos al trono británico y así han ejercido en los últimos meses. Con los numerosos cambios que se están produciendo en la esctructura de la monarquía, el príncipe Carlos y su hijo mayor, el duque de Cambridge, han sido los protagonistas de algunos de los más importantes actos públicos que han presidido, tomando el control poco a poco de las obligaciones de la Reina. Además, las últimas visitas oficiales realizadas por los duques de Cambridge han tenido más popularidad que nunca y es que la pareja se ha mostrado más cercana y cómplice que nunca allá donde han ido. Este martes pasaban un día de lo más animado al acudir a una granja en la que tuvieron la oportunidad de visitar las instalaciones ganaderas, ver ovejas e, incluso, Kate de animó a conducir un tractor. Horas más tarde, en su visita a otra organización benéfica, la pareja pasaba una tarde llena de risas en la que el matrimonio pudo competir en un mini torneo de golf.
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