El pasado sábado, un coche de caballos transportó el sombrero, la manta y los guantes del duque de Edimburgo durante su funeral. Se trata del último carruaje que el marido de la reina Isabel II se compró. Lo utilizaba para pasear por Windsor y otros terrenos reales. La singular afición de los enganches ecuestres, que descubrió tras descartar el polo a causa de sufrir artitis en las muñecas, le llevó a redactar las primeras normas de las carreras de enganches en 1968. Su carrera como deportista profesional arrancó en 1973 y siete años después fue miembro del equipo británico, que ganó en los campeonatos que se celebraron en Windsor. Una pasión que acabó contagiando a su nieta, Lady Louise. ¿Quieres saber la herencia que le ha dejado el duque de Edimburgo? Dale al play y no te lo pierdas.
-¿Quiénes han participado en la procesión funeraria del duque de Edimburgo?