La duquesa de Cambridge ha lucido una joya perteneciente a la Reina en el funeral del duque de Edimburgo. Se trata de un collar de cuatro filas de perlas con un broche central de diamantes, que Isabel II también prestó en su día a Diana de Gales, concretamente, durante un banquete en Hampton Court Palace en 1982. Como piezas complementarias, la Duquesa se ha decantado por unos pendientes de perlas. La gargantilla fue encargada por la Reina usando perlas cultivadas regalo del gobierno japonés y se ha podido ver a Isabel II llevando esta joya en varias ocasiones, una en 1983 durante una visita a Bangladesh y en una cena con motivo del 70 cumpleaños de Margaret Thatcher en 1995.
La primera vez que vimos a la duquesa de Cambridge con este collar fue en 2017, en la cena de las bodas de platino de Isabel II y Felipe de Edimburgo.
Isabel II también ha prestado a Kate el majestuoso brazalete de diamantes, conocido como la pulsera de cuatro hojas, en la Cena de Gala del Centro Ann Freud, en 2017. Una pieza muy estimada, que había pertenecido a la reina Madre y a raíz de su muerte a la propia reina Isabel. Además por su boda con el príncipe Guillermo, le cedió la tiara Halo de Cartier, que recibió de la reina Madre por su 18º cumpleaños, para que coronara a la duquesa de Cambridge en el día más importante de su vida, y por su primer banquete de Estado, le dejó su brazalete de boda, regalo del duque de Edimburgo, con el que la soberana fue retratada en su Jubileo de Diamante.
La duquesa de Cambridge, de 39 años, ha vestido de riguroso luto en la despedida de Felipe de Edimburgo, que ha tenido lugar en el castillo de Windsor. Kate ha combiado las joyas de la Reina con un elegante vestido negro de escote asimétrico, de Roland Mouret, el mismo que lució para el Royal British Legion Festival of Remembrance en 2018. También lleva un tocado muy sobrio y la mascarilla obligatoria.