El funeral del duque de Edimburgo ha significado un auténtico homenaje a su carrera militar y a su servicio como consorte de la Reina durante 73 años. A pesar de que se retiró de la Marina Real británica en 1951, dedicando 13 de ellos a su trabajo en las milicias, siguió teniendo un vínculo muy estrecho con el entorno militar. El propio Felipe de Edimburgo fue el encargado de elegir los elementos honoríficos que han lucido este sábado en el altar de la capilla de San Jorge, cosidos con hilo transparente y dispuestos sobre nueve cojines, y sobre su ataúd.
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La bandera de sus orígenes
Desde el fin de semana pasado, el féretro del Duque, ubicado en una estancia privada de Windsor, fue cubierto por su estandarte personal, una bandera que se basa en sus raíces griegas y danesas, ya que desde su nacimiento obtuvo el título de príncipe de Grecia y Dinamarca. Cada miembro de la Familia Real tiene su estandarte particular en función de su título nobiliario para usarse a lo largo del Reino Unido y, en especial, para izarse en la residencia habitual. Los reyes consortes también disponen de un estandarte oficial aunque presenta algunas diferencias: se utiliza la misma bandera tanto para los territorios del Reino Unido como los de la Commonwealth y, aunque presentan la misma distribución que la bandera de otros miembros directos de la Casa Real, sus insignias pertenecen a distintivos de su vida anterior al matrimonio o de su familia.
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En el caso del duque de Edimburgo, su estandarte, como es habitual, presenta cuatro divisiones. El primero de ellos consta de tres leones azules y nueve corazones rojos sobre un lienzo amarillo, el cual representa Dinamarca. A su derecha, la cruz blanca de la bandera de Grecia, que simboliza el país de origen del Duque. En la parte inferior a la izquierda, cinco franjas verticales en blanco y negro en representación de sus raíces: el apellido y la familia Mountbatten. Junto a ellas, y como última insignia, se observa un castillo en colores negro y rojo de la ciudad de Edimburgo, ya que el príncipe Felipe obtuvo este título al convertirse en Rey consorte. Este estandarte tiene un emotivo significado ya que el duque de Edimburgo renunció a sus títulos griegos para convertirse en ciudadano británico y poder contraer matrimonio con la Reina.
El símbolo de su rango militar
Durante el funeral en la capilla de San Jorge, el resto de condecoraciones se han dispuesto en el altar sobre unos cojines. Otro de los elementos que tiene gran relevancia en la vida del duque de Edimburgo es su bastón de Mariscal de Campo (Field Marshal). Este rango es el más alto en el Ejército británico desde 1736 y lo ha conseguido también recientemente el príncipe Eduardo, duque de Kent y el príncipe Carlos. El duque de Edimburgo fue el segundo consorte que lo recibió, después del príncipe Alberto, en 1954. Este hecho demuestra el gran servicio que dio al cuerpo militar durante sus años en activo y consolida una carrera de éxito.
"Su Alteza Real personificó el compromiso y el deber. Él mismo fue un veterano de la Segunda Guerra Mundial y un ejemplo de esa notable generación. Recordaremos a un líder dinámico, enérgico y carismático que brindó su tiempo y consejos con generosidad; un hombre que estaba fascinado por la tecnología y el futuro, y lo recordaremos por su profundo interés en nuestros soldados y sus familias y por el ejemplo que puso de servicio y de deber", rezaba un comunicado escrito por la Armada británica lamentando el fallecimiento del príncipe Felipe.
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Medallas y condecoraciones por sus servicios
Además de estas importantes insignias, muchas otras han sido colocadas durante el funeral, aunque no todas, ya que no había espacio para ellas. El duque de Edimburgo tenía 61 condecoraciones y premios de 53 países diferentes. El propio príncipe Felipe eligió aquellos símbolos que deseaba que estuvieran presentes en su último adiós, entre las que se encuentran su gorra naval del Príncipe, quien obtuvo el título de Alto almirante en 2011, y la espada que ha lucido en algunos eventos ceremoniales. Entre las medallas y condecoraciones presentes en el funeral se encuentran la medalla de campaña de la Commonwealth británica en forma de estrella, otorgada por su servicio durante la Segunda Guerra Mundial; la Estrella del Atlántico que recibió en 1945 por su labor durante la Batalla con el nombre homónimo; la Estrella de África con la que fue galardonado en 1943 y que fue otorgada a quienes sirvieron en el norte del continente africano entre 1940 y 1943; la Burma Star (con la roseta del Pacífico), que recibió en 1945 para honrar a las fuerzas británicas que participaron en la Campaña de Birmania.
La Estrella de Italia; la medalla de la Guerra, otorgada a aquellos que sirvieron a las Fuerzas Armadas en la Marina mercante y con una mención, en la del duque de Edimburgo, a la ayuda que dio para detectar barcos enemigos; la medalla de coronación del rey Jorge VI, en 1937; la de la coronación de la reina Isabel II en 1953; la del Jubileo de Plata, Jubileo de Oro y Jubileo de Diamante de la reina Isabel II para conmemorar los 25, 50 y 60 aniversario en el trono; Decoración de las Fuerzas canadienses con cuatro barras; la medalla de Conmemoración de Nueva Zelanda en 1990; la medalla del 50 aniversario George Cross Malta en 1992; la Cruz de la Guerra de Grecia en 1950 por su heroísmo en tiempos de milicias; la Croix de Guerre (Francia) en 1948 para honrar a aquellos que lucharon contra las naciones del Eje en la Segunda Guerra Mundial; y la medalla por el servicio y la buena conducta de la Marina Real que recibió en 2016. Otras condecoraciones importantes dispuestas en su ceremonia han sido la estrella y el collar del Imperio Británico, las órdenes de Grecia y Dinamarca y las alas de la Real Fuerza Aérea británica (RAF).