La reina Isabel II ha rescatado algunas de las fotografías más especiales de su álbum personal con motivo de la muerte de su gran apoyo y compañero, el duque de Edimburgo. Este viernes, a escasas horas de celebrarse el último adiós al que ha sido su marido durante 73 años, la monarca ha querido compartir una imagen inédita que refleja un momento muy entrañable del matrimonio. Desde la cuenta oficial de la Familia Real, han destacado el deseo de la Reina por mostrar una fotografía tan privada y añaden: "Su Majestad y la Familia Real están agradecidos por los mensajes de condolencias que han recibido de todo el mundo y se han emocionado al ver y escuchar a tanta gente compartiendo buenos recuerdos del Duque, celebrando su vida". Junto al emotivo texto se acompaña la imagen, que fue tomada por la condesa de Wessex - la esposa del príncipe Eduardo - en el año 2003 en un paraje natural al norte de Escocia. Concretamente, en la cima de las colinas de Muick, en las que se ubica una gran campiña y prados perfectos para hacer un descanso y deleitarse con las vistas al resto de montañas. Los protagonistas aparecen en una actitud distendida y relajada, como en pocas ocasiones se les ha podido fotografiar.
Felipe de Edimburgo está recostado sobre una manta de cuadros escoceses y se muestra muy sonriente hacia su fotógrafa. Sobre su rodilla descansa un sombrero con el que se habría protegido del sol que lucía en un día despejado. La Reina, a su izquierda, posa muy sonriente y con un semblante muy feliz y tranquilo, cubriéndose las piernas con la manta. A pesar de tratarse de una día en el que disfrutaban de la naturaleza y el campo, la monarca no dejó su elegancia a un lado y escogió un atuendo formado por una blusa y una chaqueta de punto ideal para protegerse del aire fresco. Ambas prendas de color verde bosque, una de sus tonalidades preferidas. Isabel II tenía 77 años en el momento en que fue tomada la fotografía, y el duque de Edimburgo 82. En la imagen queda patente la complicidad y la alegría que ambos tenían y compartían y que no se desvaneció a lo largo de su relación. Sofía de Wessex, la fotógrafa, pudo captar la naturalidad y la tranquilidad que ambos presentaban en ese momento y que este viernes la Reina ha querido compartir como homenaje a lo que significó su matrimonio.
Además de esta fotografía inédita, desde la cuenta oficial de la Familia Real han compartido otras imágenes de la vida familiar del duque de Edimburgo. Entre ellas, una de su boda con Isabel II en 1947, otra en la que aparecen ambos en 2017 con motivo de la celebración de sus bodas de Platino (su 70 aniversario), una tercera fotografía en la que el matrimonio está sentado sobre un pequeño muro acompañados del príncipe Carlos y la princesa Ana muy pequeños y con semblantes contentos. En la cuarta y última foto que Buckingham ha mostrado públicamente la familia ha crecido y a los anteriores se añaden el príncipe Andrés, muy pegado a su padre, y el príncipe Eduardo, bebé, en el cochecito y bajo la atenta mirada de sus padres y hermanos. "El duque de Edimburgo fue un marido cariñoso y un padre, abuelo y bisabuelo devoto", escribían desde la cuenta oficial. "El matrimonio duradero de la reina y el duque los ha visto apoyarse mutuamente durante muchos años de deberes reales y formar una familia juntos. El compromiso del teniente Philip Mountbatten con la princesa Isabel se anunció en julio de 1947 y el matrimonio tuvo lugar en la Abadía de Westminster el 20 de noviembre de 1947. En 2017, la reina y el duque se convirtieron en la primera pareja de la Familia Real en celebrar su aniversario de bodas de platino", finalizaba el conmovedor mensaje.
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La Reina perdía el pasado 9 de abril al que ha sido su gran amor, su compañero, su confidente y el padre de sus cuatro hijos. "Él ha sido, sencillamente, mi fuerza y mi apoyo todos estos años y yo y toda su familia y este y muchos otros países tenemos con él una deuda mayor de la que jamás reclamaría o que nunca imaginaríamos", afirmaba ella misma en un emotivo mensaje que quiso compartir para rendir homenaje a su figura. El duque de Edimburgo, la persona que se ha mantenido de manera incondicional a su lado desde el momento de su coronación, ha dejado un "enorme vacío" en la vida de la monarca, tal y como Isabel II confesaba. Su historia de amor se remonta 82 años atrás, cuando ella tenía 13 años y se enamoró a primera vista del que entonces era cadete de la Royal Naval Collage. A pesar de los problemas que tuvieron para sellar su amor, ambos se comprometieron en secreto en 1946, ya que la Familia Real no estaba de acuerdo con este matrimonio. Finalmente, lograron la aprobación del rey Jorge VI y se casaron el 20 de noviembre de 1947 en una excepcional ceremonia que tuvo lugar en la Abadía de Westminster.
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