Los preparativos para el funeral del duque de Edimburgo el próximo sábado 17 de abril se están ultimando en el castillo de Windsor y son algunos los detalles que se van haciendo públicos poco a poco para conocer más a fondo como será el evento. El marido de la reina Isabel II no quería organizar un acto masivo que implicara mucho "jaleo" y así se hará, cumpliendo con su deseo y, además, respetando las normas restrictivas a causa de la pandemia. Otro de sus grandes deseos fue que su último paseo fuera en un Land Rover, una de sus marcas automovilísticas fetiche y, tal y como se ha visto en los ensayos que han tenido lugar este jueves y como confirmaba el Palacio de Buckingham, ese anhelo también se hará realidad. El coche funébre ya está listo en el Cuadrilátero de Windsor a la espera de que el sábado haga el corto recorrido con el ferétro del Duque sobre él. Un vehículo con aspecto de 4x4 que, habitualmente, fue utilizado por el Ejército para misiones especiales de largo recorrido.
Significado particular
Pero no es un coche cualquiera. El elegido para el día del funeral tiene una connotación muy especial tanto para Felipe de Edimburgo como para la reina Isabel II ya que fue entre ellos que surgió la broma en la que el Duque le comentó que transformaría este modelo en su coche funébre. Y así lo hizo. La compañía cambió y diseñó el vehículo según las directrices que dio el príncipe Felipe antes de serle entregado en Sandringham en 2016. Con unas características exclusivas y de gran calidad, este Land Rover cuenta tan solo con los asientos delanteros para que, en la parte trasera, pueda ser colocado el ferétro. Con el color verde con el que se singularizan los vehículos utilizados en las contiendas, responde a la temática militar que rige la ceremonia funeraria y que homenajea la figura en el Ejército que representó el duque de Edimburgo.
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Una vida llena de honores
Otros detalles que se han dado a conocer son las insignias y condecoraciones que se están disponiendo con mucho cuidado sobre cojines rojos y que serán colocadas en el altar de la capilla de San Jorge en el momento del sepelio. Entre ellas se encuentran algunos de los honores que ha recibido a lo largo de su vida y de su carrera militar. Además de los títulos que ha recibido por su servicio en el Reino Unido, el duque de Edimburgo cuenta con 50 condecoraciones de países extranjeros y 54 cargos honoríficos militares en su país y en los que conforman la Commonwealth. Pero si hay un elemento importante ese es el bastón de Mariscal de Campo (Field Marshal) que la reina Isabel II le entregó en 1954. Se trata del rango más alto que existe en el Ejército y que otros miembros de la Familia Real, como el príncipe Eduardo, duque de Kent o el príncipe Carlos, han recibido recientemente. Una carrera exitosa, la del duque de Edimburgo, que se verá reflejada como tributo en su último adiós.
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