La reina Isabel II se encuentra inmersa en la organización de los preparativos del funeral del duque de Edimburgo que tendrá lugar en la capilla de San Jorge del castillo de Windsor el próximo sábado 17 de abril. Pero no está siendo tarea fácil ya que la monarca está haciendo frente a algunas cuestiones sobre quién debe acudir o no al evento, puesto que la asistencia está limitada a 30 personas debido a las restricciones por la pandemia, o sobre qué miembros de la Familia Real deben llevar el uniforme militar que su rango exige. Uno de los temas que más interés están despertando es conocer si finalmente el príncipe Harry llevará el traje con las distintas medallas del Ejército que consiguió durante su carrera en esta disciplina.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
No quieren que se desvíe el foco de atención
En febrero, la Reina le retiró a su nieto los honores militares y los distintos patrocinios reales para ser distribuidos entre otros miembros de la Casa Real después de que se hiciera oficial la salida de los duques de Sussex de la Institución. Por tanto, tal y como asegura el medio británico Daily Mail, hay muchas posibilidades de que el príncipe Harry, a diferencia de su hermano, el duque de Cambridge, y su padre, el príncipe Carlos, no lleve uniforme pero sí luzca algunas de las insignias que se le entregaron de manera honorífica aunque esto implicaría ser el único miembro que no podría realizar el saludo militar al paso del féretro, ya que solo está permitido si se lleva la gorra militar. Entre las condecoraciones que podría llevar, se encontrarían la estrella de la Gran Cruz Caballero Comandante de la Orden Real Victoriana, la insignia del Cuerpo de la Marina Real, las alas del Cuerpo de Aire del Ejército y las correas en los hombros. Sin embargo, el experto en realeza, Richard Fitzwilliams, ha asegurado que los hermanos acudirán al sepelio de su abuelo con el traje militar oficial para evitar que se produzca una imagen de mayor distanciamiento entre ellos y no convertirse en el centro de atención.
Polémica petición
Otro de los miembros de la Familia Real que ha causado revuelo con su petición es el príncipe Andrés, hijo de la reina Isabel II. Tras 18 meses apartado de sus funciones públicas por el escándalo que lo relacionó con Jeffrey Epstein, el duque de York, ha expresado a la monarca su deseo e intención de llevar el uniforme de almirante al funeral del duque de Edimburgo. El padre de Eugenia y Beatriz de York fue nombrado vicealmirante honorario de la Marina Real en 2015 y estaba previsto su ascenso a almirante en su 60 cumpleaños el pasado 2020 pero este acto fue aplazado hasta que su conflicto judicial se aclarara y pudiera retomar sus obligaciones públicas. Por ello, la Reina debe consensuar en 24 horas si su hijo, el duque de York, podrá o no hacer gala de su rango de almirante a pesar de no haber sido ascendido todavía, algo que ha causado bastante revuelo en el Palacio de Buckingham y también en la sociedad británica.
Respetando las normas
Otra de las cuestiones que parece que se ha ido revelando en las últimas horas en la prensa británica es que Isabel II podría sentarse sola durante el funeral para respetar las normas y restricciones de seguridad por la pandemia. Las leyes actuales exigen que ningún asistente a un funeral puede sentarse a menos de dos metros de distancia entre aquellos que no son convivientes o no forman parte de la misma burbuja familiar. La monarca vive actualmente con algunos miembros del personal de palacio, por lo que es posible que uno de ellos se siente al lado de ella durante la ceremonia. Según informa The Telegraph, este miembro podría ser Archie Miller-Bakewell, secretario privado del duque de Edimburgo. Además, según las normas, todos los asistentes deberán llevar mascarilla y no podrán cantar durante el funeral.
Isabel II siente un ‘enorme vacío’ tras la muerte de su marido
De vuelta a sus obligaciones
La reina Isabel II regresaba a sus obligaciones oficiales este martes, apenas cuatro días después del fallecimiento de su marido, el duque de Edimburgo. La monarca asistía a la ceremonia de jubilación de William Peel, su Lord Chambelán desde hace catorce años. El organizador de algunos de los eventos y citas más importantes de la Reina anunció su intención de dejar el puesto la primera del año pasado pero, con motivo de la pandemia, no pudieron encontrar un sustituto y se retrasó. La ceremonia se llevó a cabo en el castillo de Windsor donde Isabel II recogía la insignia y otro objeto representativo de su puesto. William Peel había sido el encargado, durante estos últimos días, de organizar el funeral del príncipe Felipe antes de traspasarle la responsabilidad a su sucesor. Con su presencia en este acto, la monarca demuestra una vez más su gran compromiso con la corona y con sus deberes oficiales.