La vida va volviendo poco a poco a la normalidad para los británicos, después de tres meses de duro confinamiento. También para la reina Isabel II y el príncipe Carlos , de setenta y dos años, que ha aprovechado para reencontrarse con su madre, por primera vez, tras la implantación de las nuevas medidas que permiten las visitas y las reuniones al aire libre en pequeños grupos. Un momento que la Casa Real británica ha querido compartir haciendo públicas estas dos imágenes, que se destinaron a felicitar la Pascua y fueron tomadas por Chris Jackson, el 23 de marzo.
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El entrañable momento de madre e hijo juntos, en un paseo inesperado por los jardines de Frogmore House, muy cerca del castillo de Windsor
No los veíamos juntos desde finales de diciembre del pasado año, cuando la Familia Real se reunió, a las puertas del castillo, llevando todos mascarillas, aunque esta cita fue muy diferente. Por primera vez, madre e hijo posaban juntos en tiempos de pandemia y, también por primera vez, los dos descubrían juntos el ‘escondite secreto’ de los Windsor, los jardines de Frogmore House , en Windsor’s Home Park. Muy cerca de la casa que los duques de Sussex siguen manteniendo en Inglaterra y tan solo a 800 metros del castillo, donde el duque de Edimburgo, de noventa y nueve años, sigue recuperándose tras su operación de corazón.
La Reina, que cumplirá noventa y cinco años el 21 de abril, pasa mucho tiempo en este jardín durante la primavera. Ella misma lo describió, en 2017, como un ‘lugar especial’ que tiene en el corazón desde que era una niña. “No soy experta en jardinería, pero las plantas, los árboles y las flores han sido una fuente de placer a lo largo de mi vida”, decía. Y no desaprovechó la ocasión de mostrarlo paseando con su hijo y heredero entre narcisos, tulipanes y el bosque de cerezos en flor. Una pequeña excursión para la que se vistió con un abrigo capa, añadiendo el complemento imprescindible para sus jornadas de campo, un pañuelo en la cabeza y botas de agua.
Horas antes de hacerse públicas las imágenes, la soberana también acudía al primer acto público del año fuera del castillo de Windsor. Isabel II asistía, inesperadamente, al centenario de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF), en un homenaje a los fallecidos en la Segunda Guerra Mundial, en Runnymede, Inglaterra, aunque, como el año anterior ,no pudo cumplir con otras tradiciones. Entre ellas, la del Maundy Money o la Misa del Domingo de Pascua en la capilla de San Jorge, a la que siempre ha asistido en familia, antes de reunirse para el almuerzo en el castillo de Windsor.