Ya se conocen los detalles de la despedida del duque de Edimburgo. El marido de Isabel II será despedido el sábado 17 de abril en la capilla de St James de Windsor ante la presencia de un reducido número de asistentes a causa de la crisis sanitaria. Tan solo treinta personas podrán estar en este funeral en el que el príncipe Harry se volverá a encontrar con la Familia Real británica un año después de renunciar a sus obligaciones reales e instalarse en Estados Unidos. El duque de Sussex está preparando todo para volar desde California a Londres y dar el último adiós a su abuelo, en el que, tal y como adelantan los medios británicos, le veremos junto a su hermano, el príncipe Guillermo, y su padre, Carlos de Inglaterra, caminando en procesión tras el ataúd hasta el templo. Una imagen parecida a la que protagonizaron cuando falleció su madre, Diana de Gales.
-Los cuatro hijos de Felipe de Edimburgo, protagonistas de un homenaje televisivo a su padre
El último adiós a su abuelo, Felipe de Edimburgo, hará que el príncipe Harry, al que no acompañará Meghan Markle por su avanzado embarazo, vuelva a estar cerca de su hermano, con el que le vimos por última vez el 9 de marzo de 2020, cuando los duques de Sussex acudieron a su último acto oficial: la conmemoración del Día de la Commonwealth en la abadía de Westminster. Desde entonces sus caminos se bifurcaron y han vivido una relación marcada por los altibajos. Poco antes de producirse el Megxit ellos mismos confirmaron el distanciamiento, pero con la mudanza de Harry las tensiones parecían haberse aliviado. La experta en realeza Katie Nicholl señalaba que su comunicación era frecuente y con motivo de la Navidad intercambiaron regalos. Pero al poco de comenzar el 2021 las cosas volvieron a enfriarse.
En febrero los duques de Sussex anunciaban que el Megxit es definitivo e Isabel II les retiraba los nombramientos militares honorarios y los patrocinios reales. Ellos reaccionaban a la decisión de la soberana con una contestación pública que no fue aprobada por el duque de Cambridge. Pocos días después se produjo otro hecho que marcó un punto de inflexión: la entrevista de los Sussex en la televisión americana. En este encuentro con Oprah Winfrey contaron que se sentían "atrapados" en la Familia Real y Harry apuntó que su hermano y su padre están también atrapados por un sistema del que "no les dejan salir". Además, Meghan contó que cuando estaba embarazada por primera vez, un miembro de la realeza había hecho comentarios desafortunados sobre el tono de piel que tendría Archie. La respuesta de su cuñado no tardó en llegar: "No somos para nada una familia racista".
En esta aparición televisiva de los duques de Sussex, Meghan contó su versión sobre una información que circulaba desde hace tiempo en la que se aseguraba que antes de su boda hizo llorar a Kate Middleton. "Pasó lo contrario. Y no lo digo por desacreditar a nadie."Fue una semana muy complicada la de la boda y ella estaba molesta por algo, sí, es cierto, sobre los vestidos de las damas de honor. Me hizo llorar e hirió mis sentimientos", contó, añadiendo también que le pidió perdón y le envió unas flores acompañada de una nota disculpándose. Dejando de lado este capítulo, definió a la duquesa de Cambridge como "una buena persona".
Un acercamiento ¿definitivo?
Tras estas semanas en las que los hijos del heredero al trono británico han tenido charlas "poco productivas", ahora vuelven a estar unidos por la pérdida de su abuelo, una figura destacada en sus vidas. Es por eso que una fuente ha contado a The Mirror que estar juntos en el funeral del duque de Edimburgo puede suponer un nuevo capítulo para su relación: "Ambos son plenamente conscientes de su historia compartida y sin duda recordarán el impacto que tuvo su abuelo en su vida mientras crecían. Hay esperanza en una ocasión como esta, donde los hermanos están unidos en el dolor, pueda hacer que lo peor se quede atrás". De hecho, la prensa considera que aunque el príncipe Guillermo está "muy molesto" con su único hermano, el tiempo hará que todo vuelva a ser como antes.
Cabe recordar que la relación entre los Príncipes ha sido siempre magnífica y muy cercana. Han crecido juntos, han compartido mucho tiempo y han sido el uno para el otro un apoyo fundamental en el episodio más duro de sus vidas: la temprana muerte de su madre, Diana de Gales, en 1997, cuando ambos eran tan solo unos niños. Una persona de su entorno dice que ambos seguirán estando el uno para el otro cuando lo necesiten sin importar ni las diferencias ni la distancia, que impide a los primos crecer cerca.