Tras el fallecimiento del duque de Edimburgo es inevitable echar la vista atrás, repasar sus casi 100 años de vida (iba a cumplirlos en junio) y repasar todos los momentos que protagonizó en casi siete décadas dedicado por completo a la Corona como marido de la Isabel II. Pero sus allegados también tienen muy presente cómo era en la intimidad, su carácter, sus gustos, sus aficiones, sus consejos... Precisamente de esta faceta privada que pocos vieron han hablado ahora sus cuatro hijos. El príncipe Carlos, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo, quienes le convirtieron en abuelo ocho veces y diez en bisabuelo, han rendido homenaje a su padre en la BBC compartiendo los detalles menos conocidos de su vida y ensalzando su labor en la monarquía británica.
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Carlos de Inglaterra considera que "su energía era asombrosa a la hora de apoyar a mi madre y de haberlo hecho durante tanto tiempo. Yo creo que eso representa un logro asombroso". Además, el heredero al trono británico cuenta que su padre no toleraba "a los necios" y eso "hacía que uno tuviera que elegir sus palabras con cuidado", añadiendo que esa franqueza que le caracterizaba era heredada de su abuela, Alicia de Battenberg. También ha hecho referencia a la dura infancia que tuvo el duque de Edimburgo, que vivió desde muy pequeño el abandono, el exilio y las consecuencias de la enfermedad mental de su madre: "No puede haber sido fácil. La vida era incierta y todos tenían que depender de la ayuda de otras personas y, por lo visto, él tuvo que recurrir a sí mismo". En este sentido, el príncipe de Gales considera que encontró una gran ayuda en el internado de Escocia (fundado por Kurt Hahn) en el que estuvo. Ahora que su intensa vida se ha apagado, el primer hijo del duque de Edimburgo dice que su padre querría ser recordado "por sus propios méritos".
Ana de Inglaterra ha dicho que siempre recordará a su padre "como alguien que siempre estaba ahí y como una persona con quien podías intercambiar ideas y a quien siempre podías acudir si tenías problemas". La segunda hija de la Reina y el duque de Edimburgo ha elogiado el buen tándem que formaban sus padres, quienes se conocieron siendo solo unos adolescentes (ella tenía 13 años y el 18), y ha destacado que siempre estuvo presente su visión de cómo podía ayudar a la soberana. Además, considera que cuando dejó su puesto en la Marina Real británica por amor fue un gran desafío porque pasó de tomar todas las decisiones de los barcos a iniciar una nueva vida en la que "tomaría muy pocas". Pero la Princesa considera que sus experiencias, en especial su complicada infancia, hizo que Felipe de Edimburgo adquiriera una "habilidad extraordinaria" para ser positivo y superar las adversidades.
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El príncipe Andrés ha intervenido en este programa homenaje desvelando cómo era su padre en la intimidad, lejos de compromisos oficiales. Cuenta que pasaba mucho tiempo con su familia y que él y sus hermanos vivían las obligaciones institucionales en ese momento como otros niños que tenían a sus padres trabajando fuera de casa. "Por la noche nos reuníamos, nos sentábamos juntos en el sofá y él nos leía", ha dicho. Una afición que el duque de Edimburgo parece haber mantenido hasta el final ya que, según Daily Mail, pasó sus últimos días leyendo y escribiendo cartas. El duque de York siguió los pasos de su progenitor y se alistó en 1978 en la Marina Real británica, pero nunca habló con él del momento en el que dejó su carrera para acompañar a su mujer. "Consideraba que su papel era el de apoyar a la reina", apunta.
En este homenaje de quienes mejor conocían al duque de Edimburgo ha participado también su hijo pequeño, quien heredará su título. El príncipe Eduardo, en la misma línea que sus hermanos, ha resaltado que su padre "siempre estuvo ahí como un pilar en la vida de la reina". A este respecto, ha elogiado que su padre asumió un papel complicado con tacto y diplomacia, sin querer nunca eclipsar a la Reina. Además, asegura que no solo fue incondicional con su mujer sino también con el resto de la familia. Y es que para él, durante todos estos años, su padre ha sido "una gran fuente de apoyo, aliento y orientación de principio a fin".
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