Felipe de Edimburgo ha fallecido este viernes a los 99 años, una triste noticia que ha confirmado la Casa Real británica a través de un comunicado. El texto confirmaba el lugar de la muerte del Duque -el Castillo de Windsor- pero no ofrecía ningún detalle sobre el funeral. "Se harán más anuncios a su debido tiempo", decían. El marido de Isabel II siempre dijo que no quería el "jaleo" de un velatorio en Westminster y ahora sabemos que se cumplirán sus últimas voluntades. No tendrá un funeral de estado y su despedida tendrá lugar en la Capilla de San Jorge, del Castillo de Windsor. "El funeral no será un funeral de estado y no será precedido de una capilla ardiente. El cuerpo de Su Alteza Real descansará en el Castillo de Windsor antes del funeral en la Capilla de San Jorge", han informado desde el Colegio de Armas.
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Inevitablemente, la pandemia del coronavirus ha condicionado el funeral del Duque y desde la Familia Real han hecho una petición para que el público no se junte en la puerta de las residencias reales, para que tengan en cuenta las restricciones y la situación de la pandemia, y han habilitado un libro de condolencias digital en la web royal.uk para todos aquellos que quieran dejar un mensaje. Según publica The Guardian, se espera que el funeral de Felipe de Edimburgo sea retransmitido por la BBC y que tenga algún tipo de participación militar "para honrar el servicio del Duque a las Fuerzas Armadas". Además, según Daily Mail la fecha para la ceremonia religiosa de despedida del marido de Isabel II podría ser el próximo sábado 17 de abril, después de ocho días de luto. Señalan también que permanecerá en Windsor hasta entonces y que su deseo era descansar para siempre en los jardines de Frogmore, en los terrenos del mismo palacio, donde también están enterrados la reina Victoria y el príncipe Alberto.
Actualmente, según las restricciones de Reino Unido, un máximo de 30 personas pueden acudir a un funeral, por lo que se espera que los asistentes sean muy reducidos. En un primer momento los medios británicos cuentan con la presencia de ocho miembros de la Familia Real, entre los que se encuentran la Reina, el príncipe Carlos y Camilla de Cornualles, los duques de Cambridge, el príncipe Eduardo, la duquesa de Wessex y la princesa Ana.
Al conocerse la noticia del fallecimiento de la soberana, con la que Felipe de Edimburgo llevaba más de 73 años casado, el Reino Unido pone en marcha una operación que recibe el nombre de Forth Bridge en el que se incluyen los siguientes puntos: en primer lugar, Lord Chamberlain y el Primer Ministro británico consultan a la Reina sus deseos para el funeral y el país inicia una etapa de duelo nacional de ocho días en el que la soberana no cumplirá con compromisos oficiales ni otorgará la autorización real a ninguna ley. Las banderas ondearán a media asta y los diputados llevarán una banda negra en el brazo mientras que los parlamentarios usarán corbata negra en señal de luto.
Isabel II podría pronunciar un mensaje
La Familia Real británica comienza un periodo de duelo por el duque de Edimburgo que podría durar varias semanas. Según la prensa del país, la Reina podría enviar un mensaje televisado a los ciudadanos, tal y como hizo cuando falleció su madre en marzo de 2002. En aquel momento, en las vísperas del funeral de la Reina Madre, Isabel II decidió mostrar una vez más su entereza, para agradecer a los ciudadanos su apoyo incondicional. "Desde que mi amada madre murió hace más de una semana, he estado profundamente conmovida por el despliegue de afecto que ha acompañado su muerte", dijo desde el Castillo de Windsor, vestida de riguroso luto. "Me considero afortunada de que mi madre haya sido bendecida con una vida larga y feliz. Tenía un entusiasmo infeccioso por vivir, y esto se mantuvo con ella hasta su último día", añadió.
Los compromisos oficiales de los miembros de la Familia Real británica no se han cambiado por ahora, aunque podrían cancelarse o posponerse, según los deseos de la Reina, y las banderas del país ondean a media asta en señal de duelo por el duque de Edimburgo, un hombre que ha tenido una vida de leyenda junto a una de las mujeres más influyentes de la época contemporánea, marcada por una infancia difícil, un particular sentido del humor y un matrimonio que cambió para siempre su destino.