Hace un año, el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron que querían ‘dar un paso atrás’ como miembros ‘senior’ de la Familia Real británica, independizarse económicamente y dividir su tiempo entre Reino Unido y Estados Unidos. Según explicaron entonces, su motivación era criar a su hijo, Archie , “en la tradición real en la que nació” y, a la vez, “encontrar el espacio para centrarnos en nuestro siguiente capítulo como familia”. En aquel comunicado, que la prensa bautizó como la declaración del Megxit , los duques de Sussex también revelaron que habría “un año de transición” y que querían “seguir honrando” su deber con la Reina y su patronazgo. Es decir, ya entonces dejaron claro que querían seguir ejerciendo sus tareas de representación de la Familia Real sin estar dentro de ella.
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Isabel II respondió entonces con un comunicado de apoyo a su nieto y su proyecto de crear una nueva vida. “Habrá un periodo de transición”, subrayó la Reina de Inglaterra en su comunicado. “Aún hay asuntos familiares muy complejos que tendremos que resolver y aún hay mucho trabajo que hacer”, añadió la monarca, apuntando a que abría un tiempo de negociaciones con una fecha límite: 31 de marzo de 2021.
Fin del período de gracia
Entonces, se dejaba abierta una puerta, que se fue cerrando lentamente a medida que los Sussex avanzaron con sus nuevos planes de vida en Estados Unidos, que incluyen acuerdos comerciales, contratos con empresas privadas y entrevistas a medios de comunicación sin la supervisión de Palacio. Un mes antes de que termine ese ‘período de gracia’, la Reina ha anunciado que los duques ya han tomado la decisión de no seguir trabajando como miembros de la Familia Real y que así se lo comunicó el propio Harry en una conversación.
La Reina ha acelerado su decisión al enterarse, por los medios de comunicación, que Harry y Meghan darán una entrevista íntima a la periodista Oprah Winfrey en horario de máxima audiencia, coincidiendo con el aniversario de sus últimos actos oficiales en Londres y en vísperas del Día de la Commonwealth. La cadena estadounidense CBS ha anunciado que la entrevista se emitirá el 7 de marzo, y esto habría precipitado un Megxit duro, sin más concesiones al duque y la duquesa.
“No es posible que continúen con las responsabilidades y deberes que lleva aparejados una vida dedicada al servicio público”, ha sentenciado la Reina
“Al dejar de trabajar para la Familia Real, no es posible que continúen con las responsabilidades y deberes que lleva aparejados una vida dedicada al servicio público”, informó el Palacio de Buckingham, añadiendo que todo los honores militares y los patrocinios reales de los Sussex serán devueltos a Isabel II y redistribuidos entre los miembros oficiales de la Familia Real. “Pese a que estamos tristes por su decisión”, concluía el comunicado de la Reina, “el duque y la duquesa de Sussex seguirán siendo miembros muy queridos de la familia”.
Harry y Meghan querían seguir representando a la Familia Real, a su manera, pero, como les escribió la Reina, esto simplemente “no es posible”. Por lo tanto, el duque deja de ser capitán general de los Royal Marines, comandante honorario de la Fuerza Aérea de la base en Honington y comodoro en jefe honorario de la División de Pequeñas Naves y Buceo de los Comandos Navales Reales. También tiene que renunciar a ser patrono de la Rugby Football Union, la Rugby Football League y la London Marathon Charitable Trust, y a la presidencia de The Queen‘s Commonwealth Trust, entre otras organizaciones. Mientras tanto, la duquesa debe renunciar a su papel de mecenas del Teatro Nacional y la Asociación de Universidades de la Commonwealth, y a la vicepresidencia de The Queen‘s Commonwealth Trust.
Fricción familiar
Pocos minutos después del anuncio de Palacio, los duques de Sussex respondieron a la Reina con un ‘contracomunicado’ que ha evidenciado su malestar por la decisión de quitarles los honores militares y sus patrocinios, es decir, sus tareas de representación oficial. “Como lo demuestra su trabajo durante el último año, el duque y la duquesa de Sussex siguen comprometidos con su deber y servicio al Reino Unido y en todo el mundo, y han ofrecido su apoyo continuo a las organizaciones que representan, independientemente de su función oficial”, expresaron a través de su portavoz. “Todos podemos vivir una vida de servicio. El servicio es universal”, concluyeron.
Esta respuesta ha causado malestar dentro de la Familia Real, especialmente en estos momentos en los que el duque de Edimburgo, marido de la Reina y abuelo de Harry, se encuentra ingresado en el hospital King Edward VII de Londres como “una medida de precaución” y “por consejo del médico de Su Alteza Real”. El príncipe Felipe se encuentra “con buen espíritu y animado”. Su hijo, el príncipe Carlos, lo ha ido a visitar y luego ha regresado a ‘Highgrove House’. El príncipe Guillermo también ha querido enviar un mensaje de calma, diciendo este lunes que su abuelo “está bien” y que “lo están vigilando”.
“Todos podemos vivir una vida de servicio. El servicio es universal”, han respondido los duques de Sussex, que acaban de dar una entrevista a Oprah Winfrey
Para la opinión pública británica, ha sido difícil no percibir un tono desafiante en las palabras de despedida de Harry y Meghan: “Todos podemos vivir una vida de servicio. El servicio es universal”. Según el entorno real, el duque de Cambridge no aprobaría la contestación pública que su hermano ha dado a la monarca y estaría “triste” y “sorprendido” por toda esta situación.
Ahora, todos esperan a que se emita la entrevista de Harry y Meghan en la CBS, en la que la duquesa hablará del Megxit, de su matrimonio, de la maternidad y de cómo está llevando la vida con una presión pública tan intensa . El duque revelará detalles sobre su mudanza a los Estados Unidos y hablará sobre sus proyectos de trabajo y de familia. Unas horas antes de la emisión, la Reina dará un mensaje a la nación en la televisión británica con motivo del Día de la Commonwealth, en el que también participarán el príncipe Carlos y Camilla, y el príncipe Guillermo y Kate.
Un año de desencuentros
El 7 de marzo, día en que se emite la entrevista de Harry y Meghan en la televisión estadounidense, los Sussex cumplirán un año desde que decidieron poner distancia de la Familia Real. Sin duda, ha sido un año de desencuentros con la Corona, marcado por escándalos como el de ‘ Frogmore Cottage ’. El hijo pequeño del príncipe Carlos ha tenido que pagar la factura en su totalidad de los dos con siete millones de euros de dinero público que costó la reforma de la residencia en Windsor donde él y su familia iban a vivir y que cambiaron por una mansión en la soleada California.
El ‘divorcio’ ocurre en un momento delicado, ya que el duque de Edimburgo se encuentra hospitalizado en Londres
Harry no ha vuelto a Reino Unido desde su marcha a Estados Unidos. Este verano, está previsto que se descubra una estatua en homenaje a la fallecida Diana de Gales en el que fue su hogar, el palacio de Kensington. Se esperaba que los hijos de Lady Di, Guillermo y Harry, se reencontraran en este acto. Ahora, ese reencuentro pende de un hilo, no solo por la decisión de la Reina de apartar definitivamente al duque de Sussex de la vida oficial, sino también porque Meghan está esperando su segundo hijo y es probable que en verano ya se encuentre en la recta final de su embarazo y no pueda viajar. El entorno de los duques ve poco probable que Harry deje a su mujer y a su hijo, Archie, en California en unos momentos tan cruciales y especiales para su nuevo proyecto de vida y de familia. Una vez más, tendrá que elegir entre sus prioridades o intereses personales y sus obligaciones reales.