La Familia Real británica crece. La reina Isabel II es bisabuela por novena vez gracias al nacimiento del bebé de Eugenia de York y Jack Brooksbank, quienes han completado de esta manera su felicidad algo más de dos años después de convertirse en marido y mujer ( su boda tuvo lugar el 12 de octubre de 2018). Este niño, que ha convertido por primera vez en abuelos al príncipe Andrés y Sarah Ferguson, forma parte del árbol genealógico de los Windsor y, por tanto, es miembro de la realeza británica, pero lo cierto es que no recibirá ningún título nobiliario como sí ha pasado en ocasiones anteriores con algunos de sus primos. Eso sí, su llegada al mundo conlleva cambios en la línea de sucesión al trono tal y como detallamos a continuación.
-Eugenia de York recuerda los mejores momentos con Jack Brooksbank en su segundo aniversario de boda
El príncipe Carlos está llamado a ser Rey de Inglaterra tras la abdicación o el fallecimiento de Isabel II, quien ya ha pasado a la historia por ser la soberana que más tiempo ha llevado la corona en el Reino Unido. Tras el príncipe de Gales encontramos, por este orden, al duque de Cambridge, al príncipe George, a la princesa Charlotte, al príncipe Louis, al duque de Sussex, al pequeño Archie Harrison, al duque de York, a la princesa Beatriz y en décima posición a la princesa Eugenia de York. Así, su primogénito pasa a ocupar inmediatamente el puesto siguiente, el número once, desplazando de esta manera a otros miembros como el conde de Wessex, el vizconde de Severn, Lady Louise o Zara Tindall, entre otros.
Si se diesen las circunstancias, este bebé podría reinar antes que otras personas de la Familia Real británica como por ejemplo la princesa Ana (única hija de la Reina y Felipe de Edimburgo), pero lo cierto es que el bebé de la princesa Eugenia no tiene ningún título nobiliario ni tampoco recibe el tratamiento de Alteza Real. ¿El motivo? En la corona británica los títulos son dados por herencia o por matrimonio y en este caso Eugenia de York no recibió ninguno tras su matrimonio (y por tanto su marido tampoco). Esta situación únicamente podría cambiar si Isabel II decide emitir una patente real, pero no parece probable puesto que ya tiene otros bisnietos que carecen de este privilegio, algunos por voluntad de sus propios padres como es el caso de Archie Harrison o Louise y James. En este sentido, los condes de Wessex explicaban en Sunday Times que cuando sus hijos sean mayores de edad decidirán si ser altezas reales.
Un futuro sin obligaciones reales
Dadas las circunstancias, cuando el recién nacido de Eugenia y Jack sea mayor no tendrá ninguna obligación con el Palacio de Buckingham más allá de sus lazos familiares. Su situación le permitirá decidir hacia dónde encaminar su futuro laboral, una decisión que no dependerá de nadie más que de él. Sus papás ya tienen claro qué educación quieren que reciba y, aunque aún quedan años, ya han elegido el centro en el que estudiará durante la adolescencia, justo antes de la etapa universitaria. El deseo de la Princesa y el empresario, que se conocieron durante unas vacaciones en Suiza, es que se forme ene l Marlborough College, ubicado en el condado de Wiltshire. Este exclusivo centro es el mismo en el que estudió la propia Eugenia así como las hermanas Middleton.