Con su organización benéfica que ya está en funcionamiento y tras cumplirse el primer año del Megxit, Meghan Markle aún tiene que solucionar algunos problemas que lleva arrastrando desde su etapa en el Reino Unido. Su padre, a pesar de tener nula relación con los Sussex, sigue hablando de ella y está preparando un documental con imágenes inéditas de su hija. Mientras, ella sigue batallando en los juzgados contra los tabloides británicos a los que acusa de intromisión en su privacidad, violación de los derechos de protección de datos e infracción de los derechos de autor por publicar extractos de una carta “privada y confidencial” enviada a su padre, tres meses después de su boda con el príncipe Harry. El nuevo capítulo del litigio contra los periódicos del grupo Associated Newspapers tuvo lugar este martes cuando los abogados de Meghan acudieron al juzgado para declarar en una audiencia. Los letrados han pedido una sentencia sumaria, un paso legal que permitiría resolver el conflicto por medio de un fallo del juez, en lugar de tener que ir a un juicio completo.
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Además, los abogados de Meghan consideran que la aparición de la misiva fue “una invasión triple de sus derechos de privacidad”. Mientras, los tabloides aseguran que Meghan escribió la carta “con miras a que se divulgase públicamente en algún futuro”. En la vista, el abogado Justin Rushbrooke, que representa a la mujer de Harry, aseguró que el documento que ella envió a su padre “fue una súplica sincera de una hija angustiada a su padre” y que se la hizo llegar a su casa de México a través de un contacto de confianza para reducir el riesgo de que fuera interceptada. “El contenido y el carácter de la carta eran privados, personales y sensibles”. También añadió que Associated Newspapers “no tiene una defensa viable” ante lo que él considera un uso indebido de información privada. Como respuesta, la empresa editora de medios asegura que la causa abierta no debería resolverse a través de una sentencia sumaria y que “quedan pendientes una serie de cuestiones que deben ser investigadas en un juicio”.
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Este es el enésimo capítulo de esta guerra judicial. El pasado octubre, Meghan consiguió que el juicio, que originalmente estaba previsto que comenzara el pasado 11 de enero, se retrasara hasta el otoño. El juez Warby argumentó “motivos confidenciales” que presentaron los abogados de Meghan durante una audiencia privada. En caso de que haya un hipotético juicio, en él podrían verse las caras en un juzgado londinense Meghan y su padre. Algo que no sería necesario si el magistrado tiene en cuenta la petición de Meghan. Tras la intervención de la parte demandante, los alegatos de Associated Newspapers se escucharán a lo largo de este miércoles. A todo esto hay que sumar que los tabloides han argumentado que “ninguna carta verdaderamente privada entre una hija y un padre requiere de la participación del equipo de comunicaciones del Palacio de Kensington”.
Antes, en el mes de septiembre, el juez dictaminó que el Mail on Sunday podía basarse en la biografía Finding Freedom en su defensa de reclamo de privacidad de Meghan. Posteriormente, la Duquesa perdió la posibilidad de apelar tal inclusión. Sin embargo, los intentos del editor de nombrar a cinco amigos de Meghan que dieron una entrevista anónima a la revista People, que según Associated Newspapers llevó a que la carta de su padre viera la luz, fueron desestimados en agosto.