El 8 de enero de 2020 ya forma parte de la historia de la monarquía británica. No en vano, fue el día en el que los duques de Sussex hicieron pública su decisión de dejar de ser miembros senior de la Familia Real británica para iniciar una nueva etapa marcada por su independencia económica fuera del Reino Unido. Su deseo se hizo realidad dos meses después, cuando se hizo oficial el 'Megxit' y el matrimonio comenzó a escribir un capítulo lejos del paraguas de los Windsor. Pero antes de su traslado a Estados Unidos, donde incluso han adquirido su propia vivienda, el príncipe Harry tuvo una reunión con su abuela, su padre y su hermano (fue bautizada como la Cumbre de Sandringham) para establecer los puntos de esta nueva situación. Entonces fijaron la revisión de este acuerdo con la reina de Inglaterra doce meses después, pero ese encuentro se antoja complicado.
-¿Sabrías decir quién es Davina Scott? ¿Y Unicornio? Los nombres en clave de los 'royals' británicos
-Muy mayor y pelirrojo: así ha cambiado Archie en más de medio año
Este 'periodo de prueba' expirará a finales de marzo, pero debido a las circunstancias derivadas de la pandemia, no se espera que los Sussex viajen a Londres para hablar del Megxit un año después de hacer efectivo. Tal y como adelanta Daily Mail, la intención del príncipe Harry era reunirse con la Reina próximamente pero sus planes han tenido que cambiar a causa de la pandemia. Cabe recordar que las medidas que ha impuesto Reino Unido en esta nueva ola del coronavirus son estrictas (incluyen un nuevo confinamiento domiciliario) e impiden los viajes no esenciales. Por su parte, fuentes cercanas a los Windsor indican a The Mirror que el Príncipe aún no ha hablado con la Reina para organizar un encuentro virtual pero que se espera que se produzca ese contacto próximamente.
El periodista Russell Myers especula con la posibilidad de que los Sussex pidan una prórroga de doce meses, manteniendo así un año más las condiciones iniciales del Megxit. Pero este experto en realeza no sabe si la Familia Real lo permitirá puesto que, según sus palabras, las relación entre ellos no es buena: "Las tensiones siguen con el resto de la Familia Real siguen existiendo, así que queda por ver si les permitirán firmar la extensión, tener un pequeño descanso o si querrán que sigan el camino que han elegido". Lo que parece claro es que, cuando esa decisión de dejar de ser miembros senior de los royals británicos se haga permanente, la pareja podría querer mantener activos algunos aspectos de su vida anterior como, por ejemplo, las distinciones militares del príncipe Harry o el patrocinio de Meghan con el Teatro Nacional.
Un futuro incierto
En el comunicado que enviaron hace justo un año anunciando su paso atrás en las obligaciones reales, los padres de Archie indicaban que su deseo era "equilibrar nuestro tiempo entre Reino Unido y Norteamérica, continuando nuestro deber hacia la Reina, la Commonwealth y nuestros patrocinios". Sin embargo, la crisis sanitaria ha puesto trabas a sus viajes y no se han movido de California desde marzo. Se esperaba un regreso por estas fechas para acudir al juicio de Meghan contra los tabloides, pero finalmente esa cita ineludible ha sido pospuesta y, por tanto, no hay fecha establecida para su visita a Londres. Eso sí, se espera que puedan estar presentes en días señalados para la Familia Real como el 100 cumpleaños del duque de Edimburgo (el 10 de junio).
A pesar de la distancia que los separa y de que la decisión de los Sussex fue inesperada para la familia de Harry, según Katie Nicholl la relación del Príncipe con sus allegados es fluida. Dice que el positivo de su padre en coronavirus fue lo que rompió el hielo entre los hermanos y lo que propició que empezaran a hablar con frecuencia, limando de esta manera asperezas. Las cosas no han vuelto a ser como antes, pero están nuevamente unidos. Como muestra de ellos, el intercambio de regalos que hicieron con motivo de la Navidad.