Mucho se ha hablado y especulado sobre cómo pasaría la reina Isabel y su marido, el duque de Edimburgo, la Navidad de este año, marcada por la segunda oleada de la pandemia. Tradicionalmente, la soberana suele pasar los últimos días del año en su finca de Sandringham, en Norfolk, pero el coronavirus ha sido capaz que la monarca, gran amante de las tradiciones, se haya visto obligada a cambiar unos planes que venían repitiéndose desde hace más de tres décadas. El matrimonio real supera ampliamente la barrera de los 90 años (el príncipe Felipe se convertirá en centenario en verano) y toda precaución parece poca frente a la infección. Este ha sido el motivo que ha llevado al Palacio de Buckingham a confirmar que “habiendo considerado todos los consejos apropiados, la Reina y el duque de Edimburgo han decidido que este año pasarán la Navidad tranquilamente en Windsor”.
Era una norma no escrita que la pareja real pasara el próximo periodo festivo en Sandringham, algo que llevan repitiendo Navidad tras Navidad desde 1988, donde se juntaban con el resto de su familia. Sin embargo, este año la cosa cambiará, aunque esperan retomar la tradición en 2021. La última vez que la soberana y sus parientes pasaron esta temporada en el Castillo de Windsor fue en 1987. En aquel entonces sus nietos Peter Phillips, Zara Tindall y los príncipes Guillermo y Harry eran tan solo unos niños que no paraban de corretear por sus salones. Además, el Gobierno del país ha decretado que los británicos podrán crear burbujas y juntarse con hasta otros dos grupos de no convivientes entre el 23 y el 27 de diciembre. A pesar de ello han esperado hasta ver qué circunstancias envolvían la Navidad de ese año y que reuniones familiares serían posibles.
- Isabel II da un importante paso sin su marido
El castillo de Windsor, por el que Isabel II siente gran predilección, se ha convertido en su residencia principal durante los últimos meses y también durante el segundo confinamiento declarado en Inglaterra. Solo en verano se desplazó a Balmoral, en Escocia, donde recibieron la visita de los condes de Wessex, de los duques de Cambridge y de la princesa Eugenia y su marido, Jack Brooksbank. Respecto a los planes del resto de la Familia Real, el príncipe Harry y Meghan Markle celebrarán su primera Navidad en Estados Unidos, en la casa que compraron en Montecito (California) en la que además de su hijo Archie, se espera que se les una la madre de ella, Doria Ragland. Los duques de Cambridge aún no han revelado dónde las disfrutarán.
Lo que sí han comunicado sus planes son el príncipe Carlos y la duques de Cornualles, que por edad también están dentro del grupo de riesgo. También romperán con las tradiciones y se quedarán en Highgrove House, en Gloucestershire. Aún así se espera que puedan ver en algún momento a la monarca e incluso que la Duquesa haga lo propio con sus hijos Tom y Laura y sus familias durante estas vacaciones. Seguro que todos estarán especialmente atentos al discurso que dirija la Reina a la Nación y a la Commonwealth el día de Navidad y que resumirá un año muy difícil.