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Ya es el tercer caso de coronavirus en la familia real británica. Tras Carlos de Inglaterra, que lo padeció en marzo y su hijo el príncipe Guillermo, que aunque se contagio poco después que su padre no salió a la luz hasta hace pocas semanas, ahora es la princesa Michael de Kent la que ha preocupado en Palacio tras su positivo. A sus 75 años, se encuentra en un grupo de riesgo y, según ha informado a PA su portavoz, Simon Astaire, lleva tres semanas sufriendo "fatiga extrema y fiebre regular". No obstante, asegura que ya ha pasado lo peor.
© Getty ImagesEl mismo portavoz confirmaba a The Sun que el contagio se produjo después de la infección de una trabajadora cercana, que ya está recuperada. La esposa del primo de la Reina, el príncipe Michael de Kent, sin embargo, lleva un tiempo sufriendo algunos de los síntomas más comunes de la enfermedad, como problemas respiratorios y fiebre. Aún así, Astaire es optimista ya que afirma que tras hablar con ella "sonaba mucho mejor". Su marido también se encuentra aislado por precaución, pero ha dado negativo en el test.
A pesar de no ocupar la primera línea de la realeza, María Cristina von Reibnitz es uno de los miembros de la familia que más polémicas ha protagonizado. Una de las más sonadas sucedió en la tradicional comida navideña que lsabel II organiza en Backingham en 2017, la primera a la que asistió Meghan Markle, por aquel entonces prometida del príncipe Harry. La esposa de Michael de Kent lució para la ocasión un broche que representaba el busto de un joven negro con una corona adornada con piedras preciosas. Se trata de una pieza original del siglo XVI perteneciente a las joyas Blackamoor que han sido objeto de controversia durante años al considerar que fomentan el racismo y la discriminación. Tras el revuelo suscitado, su portavoz confirmó que se sentía "arrepentida" y "apenada".
© Getty ImagesEn este caso, ha sido su salud la que la ha llevado a los titulares. La princesa Michael de Kent es ya la tercera de la familia en padecer los estragos de esta enfermedad. El prímero fue el príncipe Carlos, que tan solo tuvo síntomas leves, y tras cumplir con la cuarentena correspondiente en el mes de marzo, en pleno confinamiento general, ya se encuentra en plena forma. Por aquel entonces se desconocía, pero el mes de abril el duque de Cambridge también dio positivo en COVID-19, pero decidió mantenerlo en secreto para no alarmar a la población. En su caso, llegó a preocupar a sus allegados al tener bastantes dificultades para respirar. A pesar de ello, no canceló ninguno de sus compromisos que realizaba igualmente a través de videollamadas.
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