Los duques de Sussex pusieron todo su empeño para hacer de Frogmore Cottage el hogar ideal en el que ver crecer a su hijo Archie. Sin embargo, su decisión de dejar de ser miembros senior de la Familia Real precipitó su mudanza a Estados Unidos, por lo que la casa quedó libre. A pesar de que habían acordado que esa siguiría siendo su residencia en el Reino Unido, lo cierto es que lleva más de un año vacía y recién reformada. Por eso, quién mejor para ocupar su lugar que Eugenia de York y Jack Brooksbank que, como el príncipe Harry y Meghan Markle cuando decidieron vivir allí, están esperando su primer hijo.
- Eugenia de York con sus padres y su marido, juntos pero no revueltos ante el nuevo confinamiento
Según el periódico The Sun, la pareja se mudó hace dos semanas, después de que las pertenencias de los Sussex que aún quedaban en la casa fuesen enviadas a Los Ángeles. Ahora, la princesa y su marido no solo disfrutarán de una vivienda perfecta para criar a un bebé, sino que vivirán muy cerca de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés, que residen en Royal Lodge, también en Windsor, y estarán encantados de estar a tan pocos kilómetros de su primer nieto, que se espera para principios del año que viene.
Como en su momento hicieran su primo y su esposa, Eugenia de York, junto con Jack Brooksbank, dejará su vivienda en el Palacio de Kensingnton, Ivy Cottage, para iniciar su nueva vida como padres en WIndsor. No obstante, la mudanza de los duques de Sussex fue mucho más sonada, ya que supuso la separación de su oficina de la de los duques de Cambridge, lo que sirvió de espaldarazo para los rumores que apuntaban a un distanciamiento entre los príncipes Guillermo y Harry. Después, el precio de la reforma también fue motivo de polémica en el Reino Unido y una de la cuestiones que se abordaron en la famosa Cumbre de Sandringham en la que pactaron su 'divorcio' de la Casa Real. Meghan y Harry se comprometieron a abonar a las arcas públicas los 2,67 millones de libras que habían invertido en el inmueble, una deuda que saldaron el pasado mes de septiembre.
Frogmore Cottage fue un regalo que la Reina hizo a los duques de Sussex en octubre de 2018, cuando anunciaron que estaban esperando su primer hijo. Se trata de una casa de campo del siglo XVII situada a menos de dos kilómetros del Castillo de Windsor, ha tenido que pasar por varias reformas antes de servir de residencia a Meghan y Harry y ahora a Eugenia de York y Jack Brooksbank. Entre otras cosas, la vivienda ha sido transformada de tal forma que ahora tiene cinco dormitorios y una guardería para el bebé decorada en tonos verdes y grises. También se han ampliado los invernaderos y se ha construido un estudio en los terrenos. Anteriormente, fue remodelada y redecorada en la década de 1980 y por ella han pasado algunos célebres inquilinos como la Duquesa de Kent, madre de la reina Victoria, los reyes Jorge V y Mary y la reina Victoria y el príncipe Alberto.
Aunque, según informa The Sun, técnicamente sigue siendo la residencia de los duques de Sussex en Reino Unido, no se prevé que vuelvan en el corto plazo. Por el momento, la pareja disfruta de su nueva vida en Santa Barbara, donde este verano se trasladaron a una espectacular mansión, de estilo mediterráneo, situada en un exclusiva enclave, no solo conocido por sus bellos paisajes, rodeado de imponentes colinas y con vistas al Océano Pacífico, sino también por sus ilustres residentes, entre los que se encuentran la actriz Gwyneth Paltrow o la presentadora Ellen DeGeneres. Desde allí realizan muchas de las videollamadas, a través de las cuales podemos apreciar pistas de la estilosa decoración de la vivienda.