Reino Unido se encuentra inmerso en un nuevo confinamiento, que durará, al menos, hasta el 2 de diciembre y con el que se espera frenar la segunda ola del coronavirus. Durante un mes los establecimientos no esenciales permanecerán cerrados y los británicos tendrán que permanecer en sus casas el mayor tiempo posible. Así las cosas, hay una princesa inglesa, Eugenia de York, que ya podría haber tomado medidas al respecto para pasar esta nueva cuarentena arropada por los suyos cuando en tan solo unos meses dará la bienvenida a su primer hijo. La nieta de Isabel II y su marido, Jack Brooksbank, podrían haberse mudado a la casa que aún comparten sus padres, el príncipe Andrés y Sarah Ferguson, en el Royal Lodge en Windsor. La joven pareja ya estuvo recluida en esta residencia la pasada primavera, durante el primer bloqueo y parece que la convivencia con los padres de Eugenia fue tan buena que habrían considerado repetir.
Esta propiedad, catalogada en la lista de edificios de Inglaterra como grado II (con arquitectura particularmente importe y con un gran interés) es una casa de campo rodeada de una gran extensión de terreno. Fue Sarah Ferguson la que confirmó que durante el primer encierro nacional, su hija pequeña, su yerno y su exmarido, el príncipe Andrés habían estado juntos. Una convivencia que para Sarah fue estupenda. “Durante este periodo de encierro, me encantó pasar más tiempo con Eugenia y con Jack. Hacía mucho que no la veía tanto y ha sido un placer pasar tiempo de calidad con ella. Por primera vez en 30 años incluso hice un pastel de limón con ella, así que fue fantástico”,dijo. Por su parte, la otra hija del duque de York, la princesa Beatriz pasó el aislamiento con su marido, Edoardo Mapelli Mozzi, en la casa de campo de Nikki Shale, madre de Edo, que tiene cerca de Chipping Norton en el condado de Oxfordshire.
- Tras dos años complicados, la familia York recibe una alegría
Además, hay otra circunstancia que hace que no sería extraño que Eugenia quisiera pasar la mayor parte del tiempo con sus padres. A finales del pasado septiembre anunció su embarazo y el futuro nacimiento de su bebé para principios de 2021 con lo que quizá habría aprovechado la recta final de su embarazo, una etapa que acarrea más molestias, cuidada por sus progenitores antes de la revolución que supondrá la llegada del pequeño y que se producirá solo unos meses después de que la pareja haya celebrado su segundo aniversario de boda, que tuvo lugar en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor el 12 de octubre de 2018. El Royal Lodge es una impresionante casa con una treintena de fabulosas habitaciones donde podrán estar de lo más cómodos, a diferencia de la vivienda londinense del matrimonio.
En su día a día, Eugenia y Jack viven en Londres, en el Ivy Cottage del Palacio de Kensington, a donde se mudaron cuatro meses antes de anunciar que estaban comprometidos, dentro de los terrenos del Palacio. Esta vivienda, de tres habitaciones, se encuentra en los mismos terrenos de Nottingham Cottage, que anteriormente fue el hogar del príncipe Harry y de Meghan Markle y del Apartamento 1A donde viven los duques de Cambridge con sus tres hijos: los príncipes George, Charlotte y Louis.