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Aunque en las bodas el vestido de la novia siempre es el secreto mejor guardado y el otro gran protagonista junto con los contrayentes, en el caso de las bodas reales, el atuendo del novio también cobra una gran importancia. La mayor parte de los príncipes que han esperado a sus futuras mujeres en el altar lo han hecho vestidos con uniforme militar y en el enlace del príncipe Harry y Meghan Markle esta fue una de las tradiciones que se mantuvieron. El 19 de mayo de 2018, el hijo pequeño de Carlos de Inglaterra eligió vestir con el conjunto de los Blues & Royals tras la aprobación de Isabel II. Dos años después de aquel romántico ‘sí, quiero’ ha salido a la luz el problemilla que el duque de Sussex tuvo con su atuendo.
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Harry apareció ese soleado día de mayo junto a su hermano, que ejerció de best man. Ambos estaban flamantes con sus perfectos uniformes de la caballería Blues & Royals de la Guardia Real compuesto por levita y que se hicieron a medida en la sastrería Dege & Skinner de la londinense calle de Savile Row. Esta firma, fundada en 1865, es una de las más antiguas del mundo en confección de caballero y también tienen una gran experiencia en la elaboración de indumentaria militar.
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Sin embargo, Harry comenzó a sentirse incómodo con la ropa tras la ceremonia religiosa que tuvo lugar en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor. Los duques de Sussex, ya convertidos en marido y mujer, se dieron un baño de multitudes montados en un carruaje descubierto, un Ascot Landau, en el que durante casi media hora recorrieron las calles de Windsor. Mientras Meghan estaba asombrada por la cantidad de público que se agolpaba en las calles, el Príncipe estaba atento a su vestuario. “Llevándose la mano al pecho, Meghan solo pronunció una palabra cuando vio la gran multitud reunida en los terrenos del castillo: ‘¡Guau!”, se destaca en la biografía de los Sussex Finding Freedom. “Sentado en el carruaje, Harry se rió de que sus pantalones estaban ‘demasiado apretados”.
El nieto de Isabel II siguió, por tanto, la tradición en su enlace ya que su abuelo, Felipe de Edimburgo, su padre y su hermano se decantaron por uniformes militares para contraer nupcias. Cuando Guillermo de Inglaterra se casó con la duquesa de Cambridge, el 29 de abril de 2011, Harry acompañó a su hermano hasta el altar, pero ambos vistieron diferentes. En aquella ocasión el hijo pequeño de la recordada princesa de Gales llevó el traje de capitán de los Blues & Royals aunque con modificaciones. Además, incluía la medalla del Jubileo de Oro, las alas de la Fuerza Aérea y las condecoraciones que recibió cuando estuvo desplegado en Afganistán.
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