Ahora que comienzan a sonar campanas de boda (y por partida doble) conviene recordar quién es quién en la Casa Spencer. Una saga de nobles con cinco siglos de historia que alcanzó su punto álgido hace exactamente 39 años cuando una joven y desconocida Diana Frances Spencer se convertía en Princesa de Gales. La nueva generación de Spencer está compuesta por los trece sobrinos de la princesa Diana, primos hermanos de los príncipes Guillermo y Harry, y que se dividen entre los que apuestan por pasar desapercibidos y los que captan la atención en cada una de sus apariciones.
John Spencer, el octavo conde Spencer, tuvo cinco hijos durante su primer matrimonio con Frances Ruth Burke Roche: Sarah, Jane, John (que falleció a las diez horas de nacer), Diana y Charles. Es precisamente el pequeño, el único varón, el que recogió el testigo de su padre al frente de la casa convirtiéndose en el noveno conde y siendo el más conocido de todos Spencer que han precedido. Tres matrimonios, nueve hijos y una activa agenda social y política le han llevado a estar frecuentemente bajo los focos, una camino que han seguido alguno de sus hijos.
Lady Kitty Spencer es la que más presencia ha tenido desde que cumplió la mayoría de edad. Para algunos es la más parecida físicamente a la Princesa y pronto comenzó a trabajar como modelo y a reclamar su puesto en las veladas de la alta sociedad británica. Ahora suenan campanas de boda para ella, pero lo hacen con discreción. Medios británicos aseguran que se ha comprometido con Michael Lewis, un multimillonario sudafricano, treinta y un años mayor que ella, y padre de tres hijos adultos. Según The Times, Lady Kitty estará abandonando el anglicanismo para convertirse al judaísmo y así poder casarse con empresario del mundo de la moda.
Las hermanas de Lady Kitty son las gemelas Lady Eliza y Lady Amelia, las tres jóvenes rubias, con un aire a Diana, llamaron la atención en la Abadía de Westiminster en el día de la boda de Guillermo y Kate. Ahora es Lady Amelia la que va a pasar por el altar con su novio de once años, Greg Mallett, en un evento que podría reunir a los Cambridge y a los Sussex de nuevo.
El pequeño de la casa es Louis, vizconde Althorp, un aristócrata tan guapo como discreto y que es uno de los solteros de oro del Reino Unido, no en vano, el será el próximo conde Spencer, una dinastía con más historia que la propia familia Windsor y heredero de un inmenso patrimonio. Igual que sus tres hermanas, su infancia se sucedió en Sudáfrica, donde se instaló su madre tras el complicado divorcio de Charles Spencer, eso hizo que sus lazos no fueran muy estrechos con Guillermo y Harry durante esos años, sin embargo, los primos han recuperado el tiempo perdido y de mayores han estrechado lazos.
A esta nueva generación de Spencer hay que sumar a los Spencer de sangre aunque no de apellido. Esos son los tres hijos de Lady Sarah McCorquodale, una de las dos hermanas mayores de Diana: Emily, George y Celia. Sus apariciones públicas se han limitado a los actos familiares, como el funeral de Diana, o las bodas de Guillermo y Harry. La pequeña de la casa, Celia se casó el verano del 2018 y sorprendió devolviendo a la vida a la Tiara Spencer. La sobrina de Diana se casó con la icónica tiara que nadie lucía desde la muerte de Diana de Gales y lo hizo en presencia del príncipe Harry y Meghan Markle.
La otra hermana de Diana, Jane Fellowes, que se casó en 1978 con uno de los asistentes privados de la Reina, tiene a su vez tres hijos y cuatro nietos, aunque estos sí apuestan por una vida privada muy lejos de las cámaras. Las apariciones de Jane han sido contadas, acudió a la boda de Guillermo y Kate e hizo lo mismo con la de Harry y Meghan, donde además accedió al deseo de su sobrino de subir al púlpito de la Capilla de San Jorge para hacer una de las lecturas. Ese fue uno de los momentos más emotivos de la ceremonia, ya que sus palabras y su presencia evocaban a la figura de Diana, en su faceta de madre más que en su papel de princesa. Ni Lady Sarah ni la baronesa Fellowes faltaron al bautizo de Archie Harrison.
Por último, cabe recordar que Charles Spencer se casó dos veces más después de su primer divorcio. Con Caroline Freud tuvo dos hijos, Edmund Charles Spencer, que ahora tiene 16 años, y Lady Lara Caroline Spencer, de 13 años. De su tercer matrimonio, con la modelo canadiense Karen Gordon, el conde Spencer tuvo una hija en el año 2012, la última de la saga Spencer y la que lleva el nombre de su tía: Lady Charlotte Diana Spencer.