Cualquiera que haya puesto un pie en Londres se ha dado cuenta de que la Familia Real británica es uno de los grandes reclamos turísticos de la ciudad. Pocos visitantes pasan por la capital sin ver el cambio de guardia en el Palacio de Buckingham o sin curiosear entre los jardines de Kensington para ver en donde vive la nueva generación de Windsor. Así que con los palacios cerrados y los turistas fuera de circulación por la crisis sanitaria, el personal de las organizaciones que gestionan la apertura de los palacios y las tiendas, veía peligrar sus puestos de trabajo. Sin embargo, horas después de que comenzara a circular la noticia sobre la situación del personal, se anuncia la reapertura parcial de hasta siete palacios y edificios históricos, algunos gestionados por la Royal Collection Trust y otros en manos de la organización Historic Royal Palaces.
“Como organización benéfica autofinanciada necesitamos su ayuda con urgencia”. Este el mensaje que se puede leer en la página de Palacios Reales Históricos, la organización que agrupa buena parte de los edificios más visitados, y que anuncia la reapertura de la emblemática Torre de Londres, hogar de las magníficas Joyas de la Corona; el Palacio de Hampton Court, más conocido como el palacio de Enrique VIII; el Palacio de Kensington, en cuyos jardines sigue viva la memoria de Diana de Gales, o el Castillo de Hillsborough, abierto ya para paseos y que comenzará a hacer recorridos guiados a final de julio.
Hay que recordar que durante la pandemia esta organización llegó a realizar un llamamiento para que se hiciera donaciones ya que cifraban sus pérdidas en 95 millones de libras (más de 106 millones de euros) al tener que cerrar al público las seis propiedades que gestionan. Ahora el mensaje ha cambiado y animan a los turistas a realizar visitas siempre manteniendo las medidas de distanciamiento social y los protocolos de higiene marcados.
Por otro lado, la Royal Collection Trust, ha anunciado que los turistas podrán regresar al Castillo de Windsor, lugar en el que se casaron Harry y Meghan, y al Palacio de Holyroodhouse, residencia oficial de la Reina en Edimburgo. También publica que se podrá visitar la galería de carruajes y una de las salas de exposición del Palacio de Buckingham.
Desde que la pandemia obligó a cerrar los palacios, The Sun, calculó en mayo que “el coronavirus dejaría un agujero en las finanzas de la Reina de 18 millones de libras”. Esa pérdida, que la Royal Collection Trust eleva hasta los 30 millones de libras, casi 34 millones de euros, se iban a traducir (siempre según el citado tabloide británico) en despidos voluntarios y bajadas de salario para guías turísticos, servicios de catering, personal de oficial y personal de seguridad.
“Nos enfrentamos al mayor desafío en nuestra historia como organización benéfica. El cierre al público ha tenido un impacto muy significativo y grave en nuestras fianzas, ya que estamos totalmente financiados por los ingresos de los visitantes y por las ventas relacionadas”, admitió el portavoz de la Royal Collectión Trust en unas declaraciones que recoge el mismo medio.